Almagro, una pintoresca localidad de Ciudad Real, se ha convertido en el epicentro cultural de la región gracias a la firme apuesta de los Grupos de Desarrollo Rural, con el GAL Campo de Calatrava a la cabeza, por realzar los recursos patrimoniales, culturales y turísticos. Esta iniciativa fue elogiada por José Juan Fernández Zarco, director general de Desarrollo Rural, durante su participación en el estreno de la obra ‘Don Juan’, que tuvo lugar en la Antigua Universidad Renacentista de Almagro.
Fernández Zarco destacó que tanto el Gobierno de Castilla-La Mancha como los Grupos de Desarrollo Rural consideran la cultura un motor indispensable para el desarrollo territorial y la mejora de la calidad de vida. El Festival de Teatro Clásico de Almagro ejemplifica esta visión, convirtiéndose en un fenómeno cultural que también impulsa la economía local a través del turismo, la restauración y la hostelería.
Este año, el festival ha reforzado sus lazos internacionales al contar con la presencia de la compañía Shanghai Yikou Culture, que ofrece una innovadora interpretación del clásico ‘Don Juan’ con elementos del teatro del Siglo de Oro, la ópera de Mozart y música tradicional china. Esta representación busca promover una reflexión sobre el arte y la sostenibilidad del planeta, temas de gran relevancia en la actualidad.
Además del aspecto cultural, Fernández subrayó la importancia de resaltar el patrimonio agroalimentario de la región. El GAL Campo de Calatrava ha impulsado acciones para promover productos de calidad como el Aceite Campo de Calatrava, la Berenjena de Almagro y el vino de la comarca, buscando así fortalecer la relación cultural e institucional con China.
El impacto de estas iniciativas no se limita solo a los visitantes locales. El año pasado, el festival atrajo a unas 600 personas y logró una difusión entre otras 9.000, demostrando la capacidad de la cultura para generar un efecto multiplicador en términos económicos y de promoción regional. Con esta estrategia, Almagro no solo se reafirma como un referente cultural, sino también como un modelo de desarrollo rural sostenible.
