Récord Histórico de Aves en Las Tablas de Daimiel en 2025: Confirman su Papel Vital para la Biodiversidad

El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, situado en Ciudad Real, ha cosechado en 2025 un hito memorable al registrar el mejor censo de aves acuáticas de su historia reciente, de acuerdo con datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Este éxito sin precedentes desde 1980 demuestra que, cuando el agua vuelve a inundar este peculiar humedal, la naturaleza responde con vigor.

Las Tablas de Daimiel representan uno de los últimos refugios de tablas fluviales en Europa, generadas por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Gigüela y la descarga de un acuífero profundo. A pesar de años desafiantes marcados por sequías, cambio climático y sobreexplotación de aguas subterráneas, el 2025 ha mostrado cómo la recuperación hídrica puede metamorfosear el paisaje en un auténtico santuario para las aves.

Este año, el parque ha batido récords en la presencia de especies emblemáticas y en peligro crítico. El pato colorado, emblema del parque, ha registrado entre 1.350 y 1.400 parejas reproductoras, marcando el mejor dato desde 1980. Otras especies, como el porrón europeo, han igualado cifras históricas, mientras que el porrón pardo, en peligro crítico, ha mostrado señales alentadoras con 32 parejas y 98 pollos.

La cerceta pardilla ha criado con tres parejas, mientras que la malvasía cabeciblanca ha alcanzado un nuevo récord, consolidándose en el parque con 90-95 parejas y más de 450 pollos. Además, dos especies han conseguido nuevas marcas: el fumarel común con 20-25 parejas nidificantes y el flamenco común, que ha criado por primera vez en el parque.

En el grupo de las ardeidas, la garza imperial y la garceta grande han alcanzado cifras destacadas en el contexto nacional, y la garcilla cangrejera junto con la garcilla bueyera han vuelto a asentarse tras años de ausencia.

Otras especies también han mostrado un notable éxito reproductor, como el fumarel cariblanco, el zampullín cuellinegro y el somormujo lavanco. La gaviota reidora ha alcanzado casi 500 parejas en colonias mixtas. Especial mención merece el escribano palustre iberoriental, un ave en situación crítica que ha encontrado en el parque uno de sus últimos refugios.

Para los técnicos del parque y las organizaciones conservacionistas, el mensaje es claro: cuando el humedal recibe agua suficiente y de buena calidad, la biodiversidad florece. El reto futuro será asegurar esos niveles hídricos de forma estable y no depender exclusivamente de fenómenos climáticos favorables.

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