La instalación de bolas de remolque en vehículos se ha convertido en una práctica habitual en España, especialmente para quienes desean enganchar un remolque, caravana o portabicicletas. No obstante, existe una normativa estricta por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) que considera esta instalación como una «reforma de importancia», lo que implica que debe someterse a un proceso de homologación obligatorio.
Circular con una bola de remolque que no cumpla con la normativa puede resultar en multas de 200 euros, e incluso hasta 400 euros si además dificulta la visualización de la matrícula. Es crucial, por lo tanto, conocer qué especifica la ley, cómo realizar el proceso de homologación, las sanciones posibles, los requisitos técnicos y las recomendaciones para evitar infracciones.
La legislación vigente se ampara en varios marcos normativos: la Directiva Europea 94/20 CE, el Reglamento General de Vehículos y la Ley de Tráfico, además de la Ley anti-tuneo, que controla las modificaciones que puedan repercutir en la seguridad o estructura del vehículo. La instalación de la bola debe estar homologada, registrada en la ficha técnica del vehículo y validada en la ITV.
La DGT impone sanciones de 200 euros por tener una bola de remolque sin homologar o si obstaculiza la visibilidad de la matrícula. Ambas circunstancias podrían acarrear una sanción combinada de hasta 400 euros. Es legal circular con la bola instalada sin remolque siempre que esté correctamente homologada y registrada.
Para ajustarse a la ley, es necesario cumplir con ciertos requisitos, incluyendo la instalación en un taller autorizado, la obtención de un certificado de instalación, un informe de conformidad del fabricante o laboratorio autorizado, y pasar la ITV en un plazo máximo de 15 días desde la instalación.
El proceso de homologación de un enganche de remolque sigue estos pasos: elegir el modelo adecuado, instalarlo en un taller autorizado, conseguir la documentación pertinente, pasar la ITV y actualizar el permiso de circulación del vehículo.
Existen casos y controversias con respecto a la instalación de bolas desmontables, que han resultado en multas a conductores que viajan sin remolque pero con la bola aún colocada. Si la bola está homologada, normalmente las multas pueden ser anuladas. Sin embargo, si obstructa la matrícula, la sanción aplicable de 200 euros permanece, incluso si está homologada.
Es crucial cumplir con estos requisitos no solo para evitar sanciones, sino por motivos de seguridad. Un enganche no homologado podría comprometer la seguridad vial, afectar la resistencia estructural del vehículo y hasta invalidar la cobertura del seguro en caso de accidente. Por lo tanto, invertir en una instalación adecuada es fundamental para la seguridad y prevención en carretera.
