El vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha comunicado el estado de los incendios forestales en la región desde el comienzo de la temporada de alto riesgo. Hasta ahora, se han registrado un total de 837 incendios, lo que implica un incremento del 30% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
A pesar del aumento en el número de incidentes, la superficie afectada ha sido de aproximadamente 3.000 hectáreas, lo que es menos de la mitad de lo informado el año anterior. Esta situación se debe principalmente a que casi el 90% de los incendios fueron controlados en la fase de conato, limitándose a menos de una hectárea afectada.
Durante la inauguración de un nuevo supermercado en Cuenca, Guijarro expresó su agradecimiento al equipo encargado de combatir el fuego en la región por su arduo trabajo durante todo el año. También subrayó la relevancia de las medidas preventivas, para las que se han destinado 186 millones de euros. Explicó que este dispositivo no solo ha sido crucial en la prevención de incendios, sino también en el apoyo durante situaciones de emergencia como las recientes tormentas y la pandemia de COVID-19.
Además, los bomberos forestales de Castilla-La Mancha han prestado su ayuda a otras comunidades autónomas, asistiendo en territorios como Asturias, Galicia, Castilla y León, Extremadura y la Comunidad Valenciana. Han proporcionado maquinaria pesada, helicópteros y brigadas especializadas, regresando recientemente a la región.
Guijarro enfatizó la importancia de mantenerse alerta, dado que la época de alto riesgo sigue vigente y la situación podría cambiar repentinamente. «Contamos con 2.000 profesionales dedicados a la gestión forestal, la prevención y la extinción de incendios durante todo el año», concluyó, reafirmando el compromiso de garantizar la seguridad en Castilla-La Mancha.