El vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha dado a conocer en los últimos días los detalles de una reunión clave con el Instituto Valenciano de Oncología (IVO), centrada en el futuro de los tratamientos de radioterapia en la ciudad de Cuenca. En el encuentro, las autoridades regionales manifestaron su objetivo de lograr una «transición ordenada» del servicio de radioterapia del IVO al nuevo Hospital Universitario de Cuenca, a la espera de la luz verde del Consejo de Seguridad Nuclear para el nuevo acelerador.
Guijarro señaló que esta transición no está en manos del Gobierno regional, sino que depende directamente del IVO. Argumentó que precisamente esta es una de las razones por las que la región optó por ofrecer radioterapia en los hospitales públicos, para evitar que un servicio tan esencial como el tratamiento oncológico dependa de «las decisiones de ningún consejo de administración de ninguna empresa».
Además, el vicepresidente criticó que, a pesar de su nombre, el Instituto es una empresa con intereses económicos que ha considerado su actividad en Cuenca suficientemente lucrativa. Guijarro fue claro en que, a pesar de cualquier desenlace, el Gobierno de Castilla-La Mancha se compromete a asegurar la máxima calidad en la atención a los pacientes.
En el escenario de que el IVO decida cesar su prestación, los pacientes tendrán la opción de recibir tratamiento en Valencia, Albacete o Alcázar según su lugar de residencia, hasta que el servicio esté disponible en el Hospital Universitario de Cuenca.
Por ahora, el IVO sigue atendiendo a los pacientes que ya estaban en tratamiento, aunque, como advirtió Guijarro, no se están pudiendo derivar nuevos casos. Estas declaraciones se produjeron en el marco de la inauguración de la Feria de Artesanía de Cuenca, subrayando la importancia de este asunto para la comunidad local.