Un equipo internacional de investigadores, liderado por el paleontólogo conquense Fernando Blanco, ha comenzado una ambiciosa campaña de excavaciones en los yacimientos del Cerro Arenoso, en Carrascosa del Campo, y Valquemado, en Huete. Este esfuerzo tiene como objetivo la recuperación de fósiles que se remontan a más de 30 millones de años, con el fin de arrojar luz sobre un periodo crucial en la historia de la vida en la Tierra.
Gracias a las Ayudas a la investigación del patrimonio arqueológico y paleontológico de Castilla-La Mancha 2025, concedidas por la Junta, esta campaña se centra en un momento significativo: durante el Oligoceno inferior, el planeta sufrió un enfriamiento global que modificó radicalmente los ecosistemas, transformando densos bosques tropicales en ambientes más abiertos. Este cambio propició la extinción de ciertos grupos de mamíferos y la aparición de otros, como los antepasados de ciervos, jirafas y bóvidos.
El yacimiento del Cerro Arenoso, que data de entre 29 y 31 millones de años, es esencial para comprender esta transición. Desde su descubrimiento en los años 60, ha sido un foco científico de primer orden, proporcionando fósiles clave como los díchobúnidos, primitivos artiodáctilos relacionados con los cerdos, y algunos de los primeros representantes de familias de mamíferos actuales.
Por su parte, el yacimiento de Valquemado, con una antigüedad de alrededor de 23 millones de años, muestra la transición al Mioceno inferior, con artiodáctilos modernos ya en predominancia, mientras que los perisodáctilos comienzan a retroceder.
Entre el 1 y el 15 de septiembre, investigadores de instituciones como la Estación Biológica de Doñana, el CENIEH, la Universidad de Cambridge y la Universidad de Alcalá trabajarán conjuntamente en excavaciones sistemáticas. Fernando Blanco destaca la excepcionalidad del registro fósil de estos yacimientos, que permite entender la evolución ecológica hacia las actuales comunidades de mamíferos. Ignacio A. Lazagabaster, co-director desde el CENIEH, añadió que estudiar el Oligoceno inferior en la Península Ibérica representa un privilegio científico.
Además de la labor de campo, el proyecto busca resaltar el valor del patrimonio paleontológico de la cuenca de Loranca. En el futuro, se planea ampliar las investigaciones para enriquecer el conocimiento sobre la evolución de los mamíferos en la región y fomentar un proyecto con impactos culturales y económicos. Como parte de esta iniciativa, un ciclo de conferencias en el Centro Cultural El Silo de Carrascosa del Campo comenzará el 2 de septiembre a las 19:30 horas. Estas sesiones, abiertas al público, tratarán temas de paleontología y evolución, con la participación del equipo de excavación.
El doctor Fernando Blanco concluyó resaltando la conectividad entre investigación y sociedad: «Queremos compartir la emoción del descubrimiento con la comunidad local y con todos los interesados en cómo era la vida hace millones de años».