Este miércoles se llevó a cabo un juicio en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, donde A.R.C., un recluso del Centro Penitenciario de Herrera de la Mancha, enfrentó serias acusaciones por la presunta violación de su compañero de celda en dos ocasiones durante septiembre de 2022. El acusado, al momento de presentar su defensa, negó rotundamente las acusaciones, asegurando que los encuentros fueron consensuados y rechazando cualquier uso de violencia o amenazas.
Por su parte, la víctima prestó su testimonio mediante videoconferencia, confirmando en detalle su denuncia inicial. Según relató, en la primera noche que compartieron la celda, A.R.C. lo habría amenazado utilizando una lata de aluminio rajada, obligándolo a permanecer inmóvil antes de llevar a cabo el ataque sexual. Al día siguiente, la víctima aseguró haber sido sometida a otra agresión similar.
El testimonio de los médicos forenses resultó crucial en la vista, ya que respaldaron que las lesiones que presentaba la víctima eran compatibles con una agresión sexual. Además, los profesionales médicos destacaron que el individuo presentaba un cuadro de ansiedad, atribuible a los incidentes denunciados.
La Fiscalía, tomando como base las pruebas presentadas, solicitó una condena de 17 años y 2 meses de prisión para A.R.C. por dos delitos de agresión sexual y uno de trato degradante. También requirió medidas adicionales como el alejamiento del acusado respecto a la víctima y el pago de una indemnización de 6.000 euros.
En contraparte, la defensa de A.R.C. abogó por su total absolución, insistiendo en el carácter consensuado de las relaciones entre ambos individuos. El tribunal se enfrenta ahora a la tarea de evaluar cuidadosamente todas las pruebas y testimonios presentados para determinar el devenir del caso y el destino del acusado.
