La ministra de Igualdad, Ana Redondo, se enfrentará a un día crucial el próximo miércoles 1 de octubre, cuando comparezca ante el Pleno del Senado para discutir los problemas detectados en las pulseras telemáticas dedicadas a la monitorización de maltratadores. Este movimiento llega tras una advertencia de la Fiscalía General del Estado, que en su Memoria de 2024 subrayó fallos significativos en estos dispositivos.
La situación ha generado gran preocupación y debate, también debido a la intervención de Carmen Martínez Perza, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género. En el Congreso, Martínez Perza pidió disculpas a las víctimas por la controversia causada por las pulseras y mencionó que no se descartan penalizaciones debido a los problemas durante una reciente migración de datos.
A pesar de las críticas, la ministra Redondo ha insistido en que las víctimas han estado protegidas en todo momento y ha manifestado su confianza en el sistema Cometa, que gestiona el funcionamiento de las pulseras. Redondo también ha acusado al Partido Popular de propagar información falsa sobre el asunto.
El panorama político se ha agitado aún más después de que el Congreso aprobara una iniciativa del Partido Popular para reprobar a Ana Redondo por su gestión de los dispositivos antimaltrato. Esta moción recibió el respaldo de 170 parlamentarios del PP, Vox y UPN, mientras que 162 votos en contra provinieron del PSOE y sus aliados, y hubo 16 abstenciones de ERC y Junts.
La próxima reunión en el Senado se vislumbra como un momento decisivo para evaluar el futuro de estas medidas de seguridad y para que el Gobierno responda a las críticas cada vez más fuertes. Con todo lo expuesto, la comparecencia de Redondo será un evento clave en el panorama político y social actual, marcado por la controversia sobre las pulseras telemáticas y su importancia en la lucha contra la violencia de género.
