Las autopistas de peaje en España, rescatadas por el Estado en 2017 después de la crisis financiera de 2008, han presentado una recuperación notable en 2024. Estas vías reportaron un beneficio neto de 20,5 millones de euros, un aumento del 21% respecto al año anterior, a pesar de que la AP-7 de Alicante fue gratuita durante la mitad del año.
La gestión de estas autopistas, a cargo de la empresa pública Seitt, muestra un balance positivo con ingresos totales que ascendieron a 94,5 millones de euros, un incremento del 3,8%. No obstante, la AP-41, que conecta Madrid con Toledo y opera parcialmente sin peaje, sigue siendo un desafío. Recaudó solo 3,4 millones de euros y enfrentó una pérdida de 2 millones.
Entre los activos más destacados, las autopistas R-3 y R-5, que van hacia Valencia y Extremadura, fueron las más rentables, generando ingresos de más de 28 millones de euros y logrando un beneficio de 9 millones, casi la mitad de las ganancias totales.
Por otro lado, algunas autopistas no corrieron la misma suerte. La M-12 Eje Aeropuerto de Madrid arrojó ingresos de 3,2 millones de euros, resultando en pérdidas de 523.500 euros. La AP-7 de Alicante sufrió una caída del 29% en su negocio tras hacerse gratuita en julio, con ingresos de 2,6 millones y una pérdida de 1 millón.
Otras autopistas lograron mejores resultados, como la R-2 Madrid-Zaragoza con ingresos de 16,6 millones y ganancias de 3 millones; la AP-36 Ocaña-La Roda con 16 millones de ingresos y 6,5 millones de beneficios; la R-4 Madrid-Córdoba con ingresos de 13 millones y un beneficio de 2,5 millones; y la AP-7 Cartagena-Vera con 11,5 millones en ingresos y 3,1 millones en beneficios.
En general, Seitt registró una facturación total de 97,5 millones de euros cuando se consideran los ingresos por obras ejecutadas. Aunque esto representa un 11% menos debido a la disminución del volumen de obras, el beneficio se incrementó a 29,6 millones de euros, un 31,5% más que el año anterior, gracias a la mejora del desempeño de las autopistas.