Un voraz incendio que se originó hace una semana en Peñalba de la Sierra, Guadalajara, continúa avanzando y ha devastado más de 2.800 hectáreas hasta la fecha. La gravedad del suceso ha llevado a las autoridades a clasificar el incendio en Nivel 2. El fuego ha logrado cruzar fronteras y se ha extendido hasta Castilla y León, lo que ha forzado la creación de un operativo conjunto entre los Gobiernos de Castilla-La Mancha y Castilla y León bajo un Mando Unificado.
Para enfrentar esta emergencia, se han desplegado un total de 63 medios en el área afectada, de los cuales 23 son aéreos. Cerca de 300 personas están involucradas en las labores de extinción. Entre ellas se encuentran brigadas del Ministerio para la Transición Ecológica, la Unidad Militar de Emergencias, y equipos de ambas comunidades, así como de la Comunidad de Madrid.
Debido al avance del incendio, se han evacuado varias áreas y la carretera GU-187 ha sido cerrada. Las localidades de Peñalba y Cabida permanecen desalojadas. En un esfuerzo por facilitar las labores de extinción, se han impuesto restricciones de acceso al Hayedo de Tejera Negra y se ha instado a evitar transitar por el Parque Natural de la Sierra Norte.
En la provincia de Segovia, la urbanización de La Pinilla fue evacuada en la madrugada del domingo por precaución. La situación se complica en la localidad de Riofrío de Riaza, que ha visto aumentar su población debido a las fiestas locales, lo que intensifica las preocupaciones de seguridad.
El operativo desplegado en Madrid incluye diez dotaciones terrestres y dos aéreas, reforzadas por dos Brigadas Helitransportadas y otras diez en tierra. Cuatro unidades de jefatura de Bomberos y dos agentes Forestales trabajan sin descanso en las zonas afectadas. En total, aproximadamente 68 efectivos de la Comunidad de Madrid están dedicados a combatir las llamas y prevenir su avance. La coordinación y el esfuerzo conjunto son cruciales para controlar una situación que sigue siendo crítica.
