El 5 de octubre se celebra el Día Mundial de los Docentes, una fecha clave para reconocer el papel esencial que desempeñan los educadores en la sociedad. Establecida por la UNESCO, este día invita a reflexionar sobre el impacto de la colaboración y el apoyo efectivo en el ámbito educativo, focalizándose en el lema “Redefinir la docencia como una profesión colaborativa”.
La docencia es tradicionalmente vista como una vocación que requiere compromiso y entrega, pero reducirla solo a eso puede esconder sus aspectos profesionales cruciales. Es vital considerar el compromiso con la formación continua, asegurar el reconocimiento social y contribuir a las políticas educativas. En este contexto, surgen desafíos significativos como el estrés y la presión social, situación que lleva a muchos profesores a experimentar agotamiento emocional y frustración.
En una reciente cumbre internacional organizada por la UNESCO en Santiago de Chile, se acordó el Consenso de Santiago, un documento que aboga por políticas educativas integrales que promuevan un desarrollo continuo y estable de la carrera docente. Este consenso subraya la necesidad de eliminar barreras de acceso y desigualdades educativas, especialmente en contextos vulnerables.
En Castilla-La Mancha, el sistema educativo enfrenta la transición hacia la digitalización y el impacto de la inteligencia artificial, además de lidiar con la realidad de una región extensa y rural. Ambos factores plantean desafíos únicos que requieren mantener escuelas abiertas en zonas rurales para asegurar igualdad de oportunidades.
El compromiso con el futuro de la educación en esta región implica apoyar a los docentes y promover la colaboración entre familias y escuelas como clave para el éxito educativo. Este 5 de octubre, Castilla-La Mancha reafirma su apoyo a los docentes, destacando su importancia para garantizar un futuro sostenible en la educación de la región. Sin docentes no hay educación, y sin educación no hay futuro.