Unos cincuenta y seis contenedores marrones han sido instalados en distintos puntos de Puertollano como parte de la nueva estrategia de gestión ambiental, destinada a la recolección de restos de comida orgánica. Esta iniciativa se extiende desde el barrio Fraternidad hasta El Poblado, cubriendo la mayoría de las áreas habitacionales de la localidad.
Estos contenedores están diseñados para recibir desperdicios como pieles de fruta, restos de carne y pescado, café, infusiones, servilletas y papel de cocina sucios, así como cáscaras de huevo. Estos elementos constituyen un 41% del contenido típico de las bolsas de basura que suelen terminar en vertederos.
Durante la presentación de esta campaña, la concejal de medio ambiente, Coral Rodríguez, destacó los beneficios de separar adecuadamente los desechos orgánicos. Según Rodríguez, el compostaje de estos materiales no solo permite obtener un fertilizante natural para jardinería y agricultura, sino que también contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y al aumento de la generación de biogás. A su vez, esto alarga la vida útil de los vertederos y ayuda a cumplir con los objetivos medioambientales establecidos por la Unión Europea.
La instalación de estos contenedores no solo mejora la calidad de recogida de otros materiales reciclables, sino que también representa un paso significativo hacia un Puertollano más eficiente y sostenible. Se han distribuido estratégicamente en áreas como Bretón de los Herreros, Paseo de San Gregorio, y plaza de España, entre otras.
Adicionalmente, los establecimientos hosteleros cuentan con contenedores especiales ubicados en puntos estratégicos con alta afluencia, como las calles Alameda y Pablo Neruda, equipados con un sistema de chip para facilitar un seguimiento detallado de los residuos generados.
Esta medida forma parte de un esfuerzo concertado del Ayuntamiento de Puertollano por promover prácticas más sostenibles y una mejor gestión de residuos en la comunidad.