Castilla-La Mancha ha registrado un logro notable en el ámbito laboral, alcanzando una cifra récord de 939.900 personas empleadas según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre. Este hito refleja un impulso positivo en la creación de empleo dentro de la región, destacando un ambiente laboral en crecimiento. No obstante, un examen detallado de las cifras revela disparidades significativas entre hombres y mujeres.
A pesar del aumento global en el empleo, las mujeres de Castilla-La Mancha enfrentan obstáculos que limitan su participación en esta recuperación económica. El crecimiento del empleo femenino se ha estancado, y además, hay un aumento preocupante en la temporalidad de los contratos que se les ofrecen. Esto contrasta marcadamente con el panorama masculino, donde se observa una consolidación del empleo indefinido.
Un dato revelador que destaca la magnitud de la desigualdad es que del total de empleo indefinido generado, un contundente 98% corresponde a hombres. Esta tendencia acentúa la brecha de género en el mercado laboral, sugiriendo un sistema que favorece la estabilidad laboral masculina a expensas de las oportunidades equitativas para las mujeres.
Estos hallazgos han encendido la alarma sobre la urgencia de implementar políticas que promuevan la igualdad de oportunidades laborales. Abordar la precariedad que afecta especialmente a las mujeres es un desafío crítico que debe ser prioritario para asegurar un desarrollo económico inclusivo en Castilla-La Mancha. La situación actual subraya la necesidad de enfoques centrados en la equidad de género, asegurando que tanto hombres como mujeres compartan equitativamente los beneficios del progreso económico regional.
