El Gobierno regional de Guadalajara ha concluido con éxito las obras destinadas a la mejora de caminos tras un proceso de concentración parcelaria en las localidades de Almoguera y Albalate de Zorita. Estos trabajos, financiados por el Ejecutivo, buscan optimizar el acceso y la infraestructura en la zona, facilitando así el desarrollo agrícola.
El proyecto, cuyo coste total ascendió a 197.835 euros, ha permitido la rehabilitación de 6,2 kilómetros de caminos. Estos han sido acondicionados con firme de zahorra e incorporan diversas mejoras, como badenes, drenajes y pasos salvacunetas que conectan las nuevas fincas agrícolas con la carretera GU-249. Estas obras son el resultado del proceso de concentración parcelaria llevado a cabo en la zona, el cual busca transformar en regadío las tierras situadas al margen izquierdo del río Tajo.
En el marco de este proyecto se ha abordado la reorganización de terrenos pertenecientes a los polígonos 3, 4 y 5 de Almoguera y al polígono 2 de Albalate de Zorita. La concentración parcelaria ha afectado a 130 propietarios, consolidando 190 fincas de reemplazo. Inicialmente, cada propietario contaba con aproximadamente cinco parcelas, número que se ha visto reducido a menos de dos parcelas por persona tras el proceso de reorganización. Este cambio busca potenciar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y aumentar la eficiencia energética, además de mejorar la calidad ambiental.
En una visita a los nuevos caminos, el delegado de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Santos López, acompañado por representantes locales y de la empresa constructora, valoró positivamente el resultado de las obras. López reafirmó el compromiso del Gobierno regional de seguir apoyando a los agricultores, incentivando acciones que refuercen la rentabilidad de sus actividades, especialmente a través de la creación y mejora de infraestructuras de riego.
Este esfuerzo gubernamental se enmarca en una estrategia más amplia para promover el desarrollo rural y asegurar la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas, cruciales para la economía regional. Con la mejora de la infraestructura y la transformación de tierras de secano a regadío, se espera un impacto positivo tanto en la producción agrícola como en la economía local.















