Campo de Criptana ha sido testigo de un nuevo impulso en la modernización de la industria agroalimentaria. La almazara de la cooperativa ‘Santísimo Cristo de Villajos’ ha inaugurado sus renovadas instalaciones en presencia de representantes del gobierno local y autonómico. Este es uno de los 1.054 proyectos respaldados por el programa Fomento de la Calidad Agroalimentaria, una iniciativa del Gobierno de Castilla-La Mancha que hasta la fecha ha inyectado 299 millones en ayudas, movilizando una inversión global de 1.302 millones de euros.
José Manuel Caballero, vicepresidente segundo, afirmó el compromiso del Ejecutivo con la modernización del sector, destacando que cada euro público ha generado una inversión de 4,35 euros. Los beneficios de este programa se extienden más allá de la financiación directa, dinamizando la economía regional al potenciar la industria agroalimentaria.
Este año, febrero trajo consigo la publicación de las bases de una nueva convocatoria de ayudas FOCAL, con una dotación de 80 millones de euros. Estas ayudas buscan no solo el crecimiento del sector, sino también un impacto multiplicador en la economía local.
La cooperativa ‘Santísimo Cristo de Villajos’, fundada en 1957 y que agrupa a 1.300 socios, ha sido parte del programa, con una nueva nave de almacén de aceite y la adquisición de seis depósitos como parte de su expansión. El presidente del consejo rector, Hermenegildo Elvira Cobollo, recibió el reconocimiento por la labor de la cooperativa en el cultivo de variedades de aceituna como Arbequina, Picual y Cornicabra.
Castilla-La Mancha se posiciona como un bastión del aceite de oliva, con 450.000 hectáreas de olivar, 83.000 olivicultores y 263 almazaras. Estos datos consolidan a la región como la segunda mayor productora de España y la tercera del mundo. Con su sólido tejido cooperativo e industrial, la región se erige como un ejemplo de innovación y tradición en el sector agroalimentario.
