El pasado fin de semana, el Auditorio Municipal de Herencia volvió a latir al ritmo de la patrona de la música. El Concierto en Honor a Santa Cecilia reunió a un público entregado que disfrutó de una cita ya imprescindible en el calendario cultural local, con una programación cuidada y momentos de emoción compartida entre escenario y patio de butacas.
La velada se abrió con la Banda de Cornetas y Tambores “Los Siete Pasos”, que desplegó potencia y precisión desde los primeros compases. Sonaron Sagradas Vestiduras, Bulería de San Román y La Pasión, tres piezas con carácter propio que permitieron apreciar el empaste del conjunto y el trabajo de dinámica en las diferentes cuerdas. La formación herenciana, fiel a su sello, combinó el impacto rítmico con pasajes de mayor lirismo, conduciendo al público por un recorrido expresivo que arrancó los primeros aplausos sostenidos de la noche.
Tras el primer bloque, llegó el turno de la Agrupación Musical Santa Cecilia, que ofreció un programa versátil y bien equilibrado. Abrió con Música y Vinos, una obra de sabor mediterráneo que destacó por su línea melódica y el diálogo entre secciones. Continuó con The Ghost Ship, una partitura de atmósferas cinematográficas que permitió a la banda lucir matices y texturas, y culminó con In the Mood, clásico del repertorio swing que levantó sonrisas y marcó el pulso del auditorio con su inconfundible energía.
Uno de los instantes más aplaudidos llegó con Trumpet Town, pieza en la que el trompetista José Gómez-Calcerrada asumió el papel de solista. Su intervención, de técnica limpia y fraseo musical, aportó brillo y personalidad a una interpretación que supo equilibrar virtuosismo y cercanía. El público reconoció con ovaciones una actuación que dejó poso y contribuyó a la sensación de “gran noche” que se vivía en la sala.
Hubo también espacio para los gestos que fortalecen el tejido cultural. En un momento especialmente emotivo, la Agrupación Musical dio la bienvenida a sus nuevos componentes, que recibieron su insignia arropados por compañeros y familiares. El acto, sencillo y simbólico, subrayó la continuidad de una tradición que se renueva cada año con el entusiasmo de quienes se incorporan a la vida musical del municipio.
La respuesta del público fue constante durante todo el concierto: atención en los pasajes más íntimos, aplausos a compás en los momentos de mayor pulso y ovaciones al cierre. La organización agradeció la asistencia y el comportamiento ejemplar de los asistentes, así como el trabajo de las dos formaciones participantes, cuyo esfuerzo sostenido durante semanas de ensayo hizo posible una cita a la altura de Santa Cecilia.
Más allá del repertorio y de los nombres propios, la noche dejó una idea compartida: la música como punto de encuentro. El Concierto en Honor a Santa Cecilia volvió a demostrar que Herencia cuenta con un ecosistema musical vivo, capaz de llenar el auditorio y de proyectar hacia fuera el talento cultivado en casa. Una celebración que honra a la patrona, sí, pero que sobre todo pone en valor el compromiso de quienes, desde el atril o desde la grada, sostienen cada año la tradición musical del pueblo.
La velada concluyó con agradecimientos y con el deseo, expresado por numerosos asistentes, de que la próxima edición mantenga el nivel y siga tejiendo la memoria cultural de la localidad. Por lo vivido este fin de semana, Santa Cecilia deja en Herencia el eco de una celebración que seguirá resonando mucho después del último acorde.


















