Los empleados del área de laboratorios y del Banco de Sangre del Hospital Universitario de Toledo se han congregado nuevamente frente a las instalaciones del centro médico en una protesta para visibilizar un problema que, según denuncian, enfrentan desde hace un año: las constantes intoxicaciones que sufren en sus puestos de trabajo. Este acto reivindicativo coincide con el aniversario del primer incidente reportado, lo que añade un matiz de urgencia a sus demandas.
Empleando un enfoque simbólico, los manifestantes utilizaron un sarcófago y encendieron velas en una representación dramática de su lucha, aludiendo a lo que denominan como «la muerte de este servicio». Esta representación busca no solo captar la atención del público y de las autoridades, sino también subrayar la gravedad de las condiciones laborales que, según argumentan, perjudican su salud y capacidad de trabajo.
El grupo de trabajadores afectados clama por una respuesta efectiva de las autoridades competentes para superar esta crisis persistente. La constante repetición de estos episodios de intoxicación ha generado un clima de creciente preocupación entre los empleados, quienes, firmes en su postura, aseguran que continuarán con sus demandas hasta que se implementen soluciones concretas.
La preocupación y malestar en el colectivo continúan creciendo, alimentados por la percepción de una falta de acción adecuada para resolver el problema. La reiteración de estas manifestaciones indica la determinación de los trabajadores de seguir presionando por cambios significativos que garanticen su seguridad y bienestar en el lugar de trabajo.


















