En una reciente rueda de prensa celebrada en la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Castilla-La Mancha, Antonio Sánchez Requena, diputado del grupo socialista en las Cortes regionales, arremetió contra el Partido Popular (PP) y Vox. La crítica se centró en la decisión de estas formaciones políticas de votar en contra de la propuesta de senda de déficit en el Congreso de los Diputados, una medida que habría proporcionado a la región 190 millones de euros adicionales. Según el diputado socialista, estos fondos son esenciales para el mantenimiento y mejora de servicios públicos fundamentales como la sanidad y la educación.
Sánchez Requena manifestó abiertamente su decepción ante el voto negativo, considerándolo un acto que no está alineado con los intereses de los ciudadanos de Castilla-La Mancha. «Están priorizando intereses partidistas sobre los de la región», afirmó con contundencia. El diputado también destacó la gestión del actual gobierno autonómico, liderado por Emiliano García-Page, y subrayó que se está invirtiendo el doble de recursos para ayudar a las personas más necesitadas en comparación con el periodo de gobierno del PP en 2015.
Además de abordar el impacto negativo de la votación sobre la senda de déficit, Sánchez Requena criticó a Vox por su postura contraria a las ayudas destinadas a los municipios afectados por la gota fría (DANA), citando ejemplos como los de Mira y Letur. Estas declaraciones subrayan, según él, la falta de compromiso de Vox con el bienestar de los ciudadanos.
En respuesta a las críticas del PP, que defendía su derecho a manifestarse, Sánchez Requena cuestionó la integridad de algunos de sus dirigentes. Señaló casos específicos, como el de Santiago Serrano, acusado de violar la Ley de Contratos del Sector Público, y el de Tania Andicoberry, quien enfrenta un juicio por tres delitos. También recordó episodios de corrupción dentro del PP, asegurando que el PSOE de Castilla-La Mancha no enfrenta esos mismos problemas legales. «Cada uno puede manifestarse por lo que quiera, pero los problemas con la justicia aquí no los tiene el Partido Socialista de Castilla-La Mancha, sino el PP», concluyó tajante.
Este cruce de acusaciones evidencia la creciente tensión política en Castilla-La Mancha, a medida que el debate sobre la gestión de los recursos públicos y la integridad de los partidos se intensifica. Mientras el PSOE defiende sus esfuerzos por fortalecer los servicios públicos y atender a los más vulnerables, PP y Vox mantienen una postura crítica, situando la controversia política en el centro del escenario regional.


















