En el marco de una crucial reunión que se lleva a cabo en Bruselas, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha alzado su voz para solicitar a las instituciones europeas un compromiso firme en la garantía de una energía asequible, estable y limpia que impulse el desarrollo económico de las regiones productoras. Durante su intervención en la 169ª sesión plenaria del Comité Europeo de las Regiones, el vicepresidente segundo del Gobierno autonómico, José Manuel Caballero, subrayó la alineación de la política europea en materia de energía con las acciones emprendidas por su comunidad.
Caballero destacó que Castilla-La Mancha lidera la producción de energía renovable en España, generada por fuentes naturales, lo cual enfatizó como una energía limpia y necesaria, pero insistió en la necesidad de asegurar su estabilidad. Hizo un llamamiento tanto al Gobierno de España como a las empresas energéticas para que fortalezcan el compromiso en el suministro y las inversiones en aquellas áreas que más aportan al sistema nacional.
El vicepresidente segundo subrayó que, además de garantizar el suministro, es crucial que se facilite el acceso a la energía a precios razonables para los ciudadanos y se promueva el desarrollo de industrias que requieran un alto consumo energético en su territorio. Expresó la disposición de la región a no solo mantener sino aumentar su producción de energía limpia, contribuyendo al abastecimiento del resto del país.
En otro punto destacado de su intervención, José Manuel Caballero respaldó la postura del presidente Emiliano García-Page, quien ha liderado junto con otros presidentes autonómicos, como los de Andalucía y Galicia, un rechazo unánime al nuevo marco financiero plurianual propuesto por la Comisión Europea. Criticó los recortes previstos, señalando que no reflejan las necesidades de las regiones ni del país en su conjunto.
Caballero enfatizó la importancia de que las comunidades autónomas de España, independientemente de su color político, se unan en defensa de un presupuesto europeo que considere las realidades de España. Abogó por la cohesión y el equilibrio territorial, subrayando la necesidad de que la Unión Europea no descuide el desarrollo regional y muestre especial atención a las áreas que requieren un mayor impulso económico.
Finalmente, se hizo un llamamiento a un esfuerzo conjunto para lograr un presupuesto que tome en cuenta tanto las necesidades contemporáneas, como los desafíos que enfrenta Europa, incluyendo la defensa, la agricultura y las infraestructuras, pero, sobre todo, el bienestar de los ciudadanos.
