El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) ha reafirmado su compromiso con la seguridad y la calidad asistencial de los pacientes renales que reciben tratamiento en los centros de hemodiálisis concertados de la región. Estos centros, que forman parte de la red asistencial del sistema sanitario público, cuentan con profesionales médicos experimentados en el manejo de la diálisis, garantizando la continuidad asistencial en coordinación con los servicios hospitalarios de referencia y especialistas en Nefrología.
La atención a estos pacientes se realiza bajo estrictos sistemas de supervisión y control, amparados por los contratos y la normativa sanitaria vigente. Dentro de este marco, el SESCAM lleva a cabo un seguimiento continuo de la actividad en los centros concertados para asegurar una atención adecuada. En particular, los informes relacionados con el centro de hemodiálisis de Albacete han mostrado un elevado nivel de calidad asistencial, superando estándares de referencia y destacándose por la consistencia en el cumplimiento de los protocolos clínicos.
Estos informes, realizados en colaboración con el hospital de referencia del SESCAM, indican que las preocupaciones planteadas en algunas publicaciones no reflejan la realidad asistencial. En el centro de Albacete, profesionales médicos con una amplia trayectoria, algunos con más de 15 años de servicio, son un factor clave en la garantía de atención conforme a estándares de calidad y seguridad.
La Administración sanitaria regional valora y respeta el papel de las asociaciones de pacientes y aborda cualquier queja de manera oficial, analizando la información disponible y solicitando datos adicionales si es necesario. Además, el SESCAM ha aclarado que los procesos de diálisis y trasplante renal son asistencias distintas, cada una con sus propios circuitos y criterios clínicos específicos. En este sentido, se han registrado avances positivos en trasplantes renales en la región, con un aumento de procedimientos en Albacete.
El acceso al trasplante renal se evalúa de manera individualizada en el ámbito hospitalario, mediante sesiones clínicas conjuntas entre los servicios de Urología y Nefrología, que siguen la evidencia científica y el estado clínico de cada paciente. El SESCAM ha asegurado a los pacientes y sus familias que la seguridad asistencial es una prioridad y que no se permitiría la prestación de un servicio si existiera un riesgo clínico no controlado.

















