Orgulloso de la Escuela Pública

Orgulloso de la Escuela Pública

Malos tiempos para la escuela pública. Quizá hemos valorado muy poco lo que teníamos y empezamos a verlo ahora que peligra una escuela que nos ha permitido a muchos pobres salir del pozo y mirar el mundo con los ojos de la justicia y de la igualdad.

Como en muchas otras ocasiones, las dificultades, los problemas, los ataques a uno de los elementos fundamentales para tener posibilidades de igualdad social, nos pueden hacer despertar, unirnos y luchar por una escuela en la que hemos estudiado, en la que hemos crecido, que nos ha hecho libres y que nos ha sacado de la cueva en la que vivíamos.

Yo quiero que esta escuela pública siga ofreciendo esas posibilidades a todas las personas, especialmente a los que tienen menos recursos. Contamos con muchas formas de luchar, de reivindicar la escuela pública, pero una de las más importantes es sentirnos orgullosos de pertenecer a esta gran familia que trabaja desde la escuela por la formación y la libertad de los ciudadanos. Debemos contagiar este espíritu a nuestros alumnos y a sus familias.

Cada uno defenderemos la escuela pública si hacemos bien nuestro trabajo, con más ilusión y esfuerzo, si cabe. Los profesores mirando qué podemos cambiar, como podemos preparar mejor a nuestros estudiantes, transmitiendo nuestra pasión por aprender, por saber. Los alumnos siendo conscientes de la responsabilidad de aprovechar los recursos públicos, estudiando, participando en clase, apasionándose con el estudio, facilitando el trabajo de los compañeros. Sabemos que la inversión y el esfuerzo social para formar a un ciudadano hasta que termina la ESO supera los 60.000 € por alumno. Este esfuerzo social se debe valorar y a este debemos responder con responsabilidad.

Lo que hacemos en la escuela es muy importante para cada uno de los alumnos que viven en la aulas y para toda la sociedad que alimenta este espíritu de libertad. Si estamos convencidos de su importancia, nos sentiremos orgullosos de dar cada clase, emocionados de poder llegar cada mañana a la escuela para aprender.

El martes 22 de mayo es un buen día para levantar la voz y decir que estamos orgullosos de la escuela pública, que la queremos proteger e impulsar, pero la mejor aportación de cada uno de los que intervenimos directamente en la educación es esforzarnos cada día, cada clase para aprovechar los recursos que la comunidad pone en nuestras manos.

A continuación podéis ver un vídeo elaborado en defensa de la escuela pública.

Un artículo de Manuel José Díaz-Pacheco Galán, publicado también su blog personal.

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