Agustín Úbeda-Romero Moreno-Palancas, es sin duda uno de los ilustres herencianos que han jalonado el devenir histórico de nuestro pueblo. Nacido en Herencia en 1925 llegó a ser Doctor en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y Académico de la Real Academia de Doctores de España. Su amplia biografía, la cual animo a ser leída por todos sus convecinos, nos habla de multitud de premios y distinciones a lo largo de su vida artística. Como de todos es sabido, el Ayuntamiento de nuestro dedicó en su memoria una calle y la Sala Municipal de Exposiciones situada en el Parque Municipal.
Pues bien, siguiendo su biografía se le considera “un gran pintor surrealista con gran carga onírica, que se puede considerar dentro de la llamada Escuela Española de París”.
Como ocurre con los grandes artistas, el riesgo de resumir su estilo en unas pocas líneas produce, sin duda, un delito de omisión de toda la capacidad plástica que nuestro paisano poseía. Fue, sobre todo, un gran conocedor de la Historia del Arte y tocó a lo largo de sus 82 años de vida muchos tipos de tendencia pictórica.
Quizá uno de los primeros galardones que obtuvo, y por una pintura que no suele verse en sus estudios biográficos, ocurrió en 1948 (cuando tenía 23 años) en la IX Exposición de Artes Plásticas de Valdepeñas. Alcanzó el segundo premio con la obra “El Milagro de Emaús”, un óleo de 2,30 x 1,90 metros.
La crítica a esta obra y a su joven autor anunciaba ya el futuro del gran maestro que se estaba forjando:
“…cuadro de gran tamaño y de gran ambición, de técnica valiente y de colores sobrios, dominando los negros. El autor usa el procedimiento de dibujar y desdibujar, empleando grandes empastes y usando la espátula casi tanto como el pincel, con lo que logra rodear a sus figuras de un ambiente de ensueño e irrealidad. La cabeza del Redentor aparece rodeada de una cruda luz blanca que se filtra por una ventana del fondo, en un contraluz muy osado. La concepción total de la composición es bastante atrevida, aunque se observan influencias o quizás coincidencias con otros pintores. ¿Goya? ¿Delacroix? … Desearíamos que Úbeda se superase en obras más personales, pues conoce el oficio y posee inspiración y condiciones para conseguirlo”.
Ser el que obtuvo el segundo premio no desmereció en nada al joven herenciano si además se tiene en cuenta que el primer puesto lo obtuvo el gran pintor ciudarrealeño Manuel López Villaseñor.