Como cada año, a principios de agosto tendrá lugar el fenómeno conocido como «lluvia de estrellas de las Perseidas», también denominado como «Lágrimas de San Lorenzo».
Esta lluvia de «estrellas fugaces» son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, denominadas meteroides, que chocan contra la atmósfera terrestre al paso del cometa Swift Tuttle en su órbita alrededor del Sol.
Este año, la actividad de las Perseidas será especialmente activa pudiendo llegar a producirse hasta un máximo de 500 meteoros por hora, cuando lo habitual, según declaración del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), es de 100 meteoros por hora.
La noche del 11 al 12 de agosto será la de mayor visibilidad de este fenómeno en Europa. Herencia (Ciudad Real) será un buen lugar para observar este fenómeno. Los próximos días se prevén despejados, si bien es cierto que la luna, que se encuentra en su fase creciente, interferirá algo en su visibilidad, siendo el momento más recomendado para ver una mayor actividad a partir de las dos de la madrugada. A continuación dejamos algunas recomendaciones para observar mejor este fenómeno.
¿Cómo observar las Perseidas?, según recomendaciones de Astrocantabria
Las mejores condiciones para la observación se dan en lugares alejados de los núcleos urbanos, sin contaminación lumínica, y con un horizonte libre de obstáculos.
También podemos observar desde la ciudad, pero entonces tengamos en cuenta que sólo veremos los meteoros más brillantes, que son pocos, ya que los más débiles (la mayoría) quedarán enmascarados por la contaminación lumínica.
Si coincide con una noche con Luna, ésta también impedirá ver los meteoros más débiles. Será mejor en este caso, dirigir nuestra vista hacia las zonas del cielo más alejadas de la luz de la Luna, donde quizá podamos ver más meteoros.
En general, para observar estrellas fugaces no es necesario mirar hacia ninguna dirección en particular. Tampoco se necesita ningún material óptico: un telescopio o prismáticos no ayuda, ya que es mejor mirar a simple vista para poder abarcar todo el cielo. Aunque por supuesto podemos llevar prismáticos o telescopio para observar otros objetos celestes aparte de los meteoros.
Lo que sí hace falta es: situarse en un lugar donde podamos ver el cielo con amplitud; dejar que nuestra vista se acostumbre a la oscuridad; y esperar un tiempo suficiente, ya que los meteoros pueden presentarse en cualquier momento, o pasar un buen rato sin que aparezca ninguno. Es mejor si nos ponemos cómodos (una tumbona, silla de playa…) y también abrigados, aunque sea verano, ya que tendremos que estar un buen rato sin movernos mucho y al aire libre.
El origen del nombre de las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo
Las «Perseidas» toman su nombre de la constelación de Perseo, ya que por perspectiva, aparentan provenir de la dirección de dicha constelación, aunque no tienen ninguna conexión real con ella. Las llamadas lágrimas de San Lorenzo (10 de agosto) comenzó a utilizarse, en memoria del diácono martirizado ese día en la Europa medieval, si bien es cierto este fenómeno ya se conocía desde mucho tiempo antes existiendo referencias al mismo desde el año 36 a. C.