Desde el principio de los tiempos, la humanidad ha vivido en la necesidad de poder medir el tiempo. Es así como aparecieron los primeros relojes de arena que luego fueron avanzando hasta llegar a los relojes inteligentes que muchos utilizamos en la actualidad. A lo largo de estos siglos, la evolución de los relojes ha sido muy grande e impresionante. Cada avance tecnológico permitía reducir su tamaño, hasta tal punto de poder llevarlo siempre con nosotros en nuestra muñeca. Ahora bien, ¿alguna vez os habéis parado a pensar cómo han evolucionado los relojes de pulsera desde los que usaban vuestros abuelos hasta los actuales? Solo hace falta visitar alguna página especializada en relojes, como puede ser reloj.es, para darse cuenta cómo han cambiado las cosas. Hagamos un pequeño repaso por esta evolución.
Primeros relojes de pulsera
Hasta la Primera Guerra Mundial, los relojes de pulsera solo eran utilizados por las mujeres. Los hombres preferían utilizar los relojes de bolsillo colgando de una fina cadena al estilo tradicional, puesto que los de muñeca los creían similares a una joya femenina. Durante esta contienda bélica, la posibilidad de poder conocer la hora cómodamente se fue extendiendo entre los soldados y más tarde entre la población. Estos primeros relojes eran muy robustos para soportar todo tipo de golpes. Para ello, el cristal se protegía con una rejilla metálica que actuaba de parachoques.
Época previa a la Segunda Guerra Mundial
Entre el final de la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, el mundo de los relojes de pulsera avanzó a pasos agigantados. Las principales marcas apuestan por este tipo de modelo en detrimento de los relojes de bolsillo. En esta época nacen los primeros modelos con cronómetro y calendario. También empiezan a aparecer modelos con la esfera de diferentes colores basados en un estilo art decó.
Años 50
La investigación relojera avanza muy rápida debido a que los usuarios buscan relojes cada vez más exigentes. Empiezan a aparecer los modelos estancos y de estilo deportivo. A su vez evolucionan los modelos con calendario, cronómetro y fases lunares. El acero empieza a ser utilizado para su fabricación.
Década años 70
En esta época, se abren nuevos escenarios para el mundo de la relojería. Se empieza a utilizar maquinarias de cuarzo, que ofrecen más precisión que las mecánicas utilizadas hasta la fecha. Aquí entra en acción la fabricación en cadena de relojes llevada a cabo desde Japón, y que provocó que importantes firmas del sector desaparecieran del mercado. Aquí hay que destacar el uso de una caja muy robusta donde predomina el uso de acero inoxidable.
Años 80 y 90
Los relojes de pulsera de este periodo de finales del siglo XX rompen, en cierta medida, con los de las décadas anteriores. Desaparecen las cajas voluminosas de los 70, en concordancia con los nuevos tiempos, y las subesferas, salvo en cronos, son escasas. En los años 90, se apuesta por una evolución estética, más refinada que en los modelos de la década anterior y que son el preámbulo de lo que disfrutamos actualmente en el siglo XXI.
Los años 80 también fue el auge de los relojes digitales, relojes que ofrecían interesantes funcionalidades que los tradicionales no tenían y que hoy en día siguen formando parte de estos modelos.
Siglo XXI
Dejando de lado los relojes tradicionales, el último gran avance son los relojes inteligentes. Relojes que son capaces de conectarse a Internet y que ofrecen muchas posibilidades a los usuarios como recibir mensajes, medir la distancia que recorremos o controlar nuestras pulsaciones, entre otras muchas.