Crónica de las etapas 565 a la 606 del viernes 16 de julio al miércoles 28 de agosto de 2019.
“Luego alcancé a comprender que el tiempo nunca se gana, y que nunca se pierde, que la vida se gasta, simplemente”. Malena es nombre de tango. ALMUDENA GRANDES
Tras tu retorno a la capital mongola de Ulan Bátor te ves inmerso en las fiestas nacionales del país, se trata de la festividad del Natam (o Naadam). Son fechas donde se conmemora el aniversario de la revolución mongola de 1921 y que sirve de argumento para exhibir las tradicciones ancestrales del pueblo mongol acercándonos a su cultura militar histórica que te acerca a aquellos mongoles que conquistaron Euro-Asia. Asistes, contemplativo y asombrado, a diferentes torneos de los tres deportes principales del país: la lucha, la carrera a caballo y el tiro con arco. El epicentro de los festejos se encuentra alrededor de la plaza Sukhbaatar donde además se desarrolla un gran desfile cuyos protagonistas son militares, monjes y atletas.
Seguro que en la época de Genghis Khan las habilidades de lucha libre de los Mongoles era tan sangrientas y letales como corresponde a culaquier pueblo bélico, pero hoy en día la lucha libre consiste en dos tipos medio desnudos tratando de tumbar uno al otro al suelo con cualquier parte del cuerpo que no sean los pies. El inicio del combate es un “baile” que recuerda un ritual chamanista ancestral.
Las carreras ecuestres son otro de los deportes más amados por el pueblo mongol. El caballo es reconocido como símbolo de orgullo, tradición e historia nacional. Los jinetes que participan en las carreras son niños entre los siete y trece años. Distancias de 10 a 30 kilómetros en los que los menudos jinetes gritan una canción tradicional con la que alientan a sus monturas.
Por último, el tiro de arco que hoy otro de los grandes deportes nacionales del país y que se ha convertido en una tradición visceral de los históricos arqueros mongoles, No en vano, el gran Genghis Khan conquistó el mundo por medio de de arcos y flechas; estos instrumentos han pasado de ser herramientas esenciales de supervivencia y guerra a un elemento deportivo.
Perlé por el mundo. Etapas 566-570.
A mediados de Julio, tras la festividad nacional de Mongolia te diriges a la frontera con China. Tu visado ha caducado y con motivo de las fiestas has tenido que dirigirte al puesto fronterizo y tras completar las gestiones opourtunas decides envíar a Penélope a la ciudad de Lanzhou, a la que tú llegarás en un viaje a través del ferrocarril. Allí os encontraréis y reiniciaréis vuestra aventura.
Con todos los trámites burocráticos en regla, no sin grandes penaderos, y con margen de sólo dos semanas para atravesar la inmensa China hasta el sudeste asiático, sigues teniendo en mente los aconteceres aventureros en la vecina Mongolia. Tus reflexiones en las diferentes redes sociales son acogidas por tu seguidores como es maná perleriano que se desea y al que estamos enganchados.
De la última noche en el desierto del Gobi recibo ese impresionante audio tuyo de las gotas de lluvia impactando en tu tienda. A miles de kilómetros ese sonido ha refrescado, por momentos, el caluroso verano que estamos viviendo en tu Mancha natal.
Tus próximos objetivos dirigirte hacia el sudeste asiático: Mianmmar y Malasia.
Llegas a Lanzhou, una importantísima ciudad situada a orillas del río Amarillo o Huang He. Fue fundada durante la dinastía Han (hace más de 2000 años) y su historia está ligada a la Ruta de la Seda ya que era uno de los centros de tránsito de las caravanas que comerciaban con Occidente. En esa época se la conocía como «la ciudad dorada» ya que en la zona se encontraron diversas minas de oro. Entre los siglos V y XI, Lanzhou se convirtió en un centro para el estudio del budismo. La ciudad adquirió su nombre actual en 1656, durante la dinastía Qing.
Es sin duda uno de los enclaves más importantes de la economía del gitante chino, con una gran producció minera basada en el carbón, zinc, oro, plata, níquel, manganeso, arcilla. Una gran central térmica y otra estación hidroeléctrica a orillas del río Amarillo suponen unas fuentes de energía para el mantinimiento de sus industrias y traslado al resto de puntos de producción chinos.
En agricultura Lanzhou es centro de producción de trigo, verduras, frijoles, aceite, melón, melocotones, tabaco, rosas, manzanas y lirios.
Otras industrias principales incluyen fábricas textiles, procesamiento de caucho y plantas de fertilizantes, maquinaria y la industria metalúrgica. En esta zona se encuentran una de las refinerías de petróleo más grandes del país y además Lanzhou ha sido uno de los centros de la industria China de energía nuclear desde 1960.
Llegado a Lanzhou y reencontrado con Penélope, lo primero es realizar unas reparaciones e instalar algunas piezas para que tu montura esté a punto para proseguir la aventura. Tu como buen caballero también tienes que recomponer tu equipo y al igual que Don Quijote tuvo que hacerse con un yelmo, como buen caballero, tú tienes que agenciarte un nuevo casco, pues los amigos de lo ajeno te hurtaro el que llevabas en una de tus últimas paradas en Mongolia.
Tu primera noche en Lanzhou te da alojamiento una muchacha pakistaní que está haciendo un doctorado en microbiología. El contacto con ella a través de la internacional plataforma de crowdfunding, pero no sin superar algunos problemillas: esta chica es estudiante y su domicilio se encuentra en el interior de la Universidad de Lanzhou; tú al no disponer de carnet de estudiante tuviste que andar de explicaciones con unos cuantos policías del lugar que finalmente aprueban tu acceso, sin embargo Penélope tiene que quedarse fuera con tu consiguiente preocupación.
En tu segundo día en la ciudad el destino te ha mostrado su cara más amable. Descubres por casualidad que en Lanzhou están las oficinas del Public Security Bureau (PSB) donde se encuentra una oficina de migración. Pruebas suerte a ver si allí te pueden extender tu permiso para atravesar China ya que te vas a adentrar en la geografía tibetana y zonas remotas donde te será muy complicado arreglar tus trámites burocráticos. Y el destino te guiña un ojo y los funcionarios de aquel lugar acceden a extender tu visado aunque para ellos tengas que realizar una serie de trámites con la policia del lugar y algún establecimiento hotelero que te hicieron perder toda una tarde. Pero al final todo valió la pena y tu permiso aventurero por tierras chinas se prorroga hasta el próximo 14 de septiembre.
Perlé por el mundo. Etapas 571-578
Abandonas Lanzhou y comienza una sucesión de largas etapas que te han de llevar a la frontera china con el sudeste asiático antes de mediar el próximo mes de septiembre.
Por el camino atravesando pequeñas urbes (YongJing, Yanguoxia, Xiocicun o Xinsheng) dentro de las prefecturas autónomas tibetanas. En unas jornadas llegas a un pequeño enclave (Xiocicun) de sólo unos cuantos centenares de habitantes. Allí eres acogido y agasajado por los lugareños por los que decides pasar la noche con ellos, y como tú dice “me encuentro como en casa, sentado al fresco y comiendo pipas”. El audio que recibo es una muestra total del relax que disfrutas en ese momento.
Y continuas tu pedaleo hacia Gahai Lake que es un humedal importante en el este del Tíbet. Es una parte de la reserva natural Nacional Zecha Gahai y un hábitat para aves migratorias como son las grullas de cuello negro. Ante ti se abren exuberantes praderas, flores silvestres blancas y un aire fresco que contrasta con el rigor del clima mongol sufrido hace unas semanas.
Ya en el pasado mes de marzo visitaste la zona tibetana de China, pero del sosiego y la quietud de aquellos días no queda nada. Como tú dices se nota que es verano y cientos de chinos se alejan de las aglomeraciones urbanitas chinas para pasar sus vacaciones en los enclaves tibetanos. El tráfico es frenético y así te hallas inmerso en una similar operación salida como la recuerdas de España.
Hace unos días que leía del proyecto que está tomando cuerpo de construir una carretera en el corazón del Himalaya que aproxime a los turistas al Everest. Es el cruel impuesto que debemos pagar por una globalización sin alma que nos lleva a perder el alma de parajes tan asombrosos a cambio de un puñado de dólares, euros o yenes.
Y pese “a la precariedad comunicativa”que te ha tenido varios días sin una tarjeta de telefóno que pueda funcionar en China ya dispones de una en la que seguir contactado con tu gente y para que todos los que te seguimos podamos seguir disfrutando de tu aventura. Por si fuese poco, la tarjeta te ha sido regalada por una familia del lugar que quiere seguir, tras haberte conocido, las incidencias de tu recorrido perleriano. Sin duda es un regalo valiosísimo y que demuestra que la amabilidad humana se puede encontrar en cualquier rincón de nuestro planeta.
Estando en Gahai Lake decides hacer una visita los monasterios de Langmusi a menos de cuarenta kilómetros de donde te hallas, así que amablemente encuentras quien te cuide algunas de tus alforjas para realizar la visita más ligero pues luego has de volver sobre tus pasos para continuar tu aventura. La religión budista es la mayoritaria en Lagmusi y por toda la ciudad puedes ver a vecinos de la población con sus collares de cuentas , monjes paseando y devotos en dirección a alguno de los dos grandes monasterios del lugar.
Los monjes que moran los monasteriors son de todas las edades, algunos de ellos niños que juguetean por los alrededores. Preciosa experiencia la visita de esta ciudad monástica a los pies de unas montañas quee superan los 4000 metros de altitud , así que cuidado con el Mal de altura.
Por suerte en los audios que me envías a través de los diferentes pasos montañosos aunque tus jadeos me muestran los costos que se hace respirar por la altitud me confirman que tu cuerpo está acostumbrado y ese ml de altura en ti no ha hecho presencia.
Perlé por el mundo. Etapas 579-594
Continúas tu recorrido del que me haces partícipe aunque a veces tengamos problemas para ubicarnos y el mandarme tu posición se complique por los razonables problemas idiomáticos.
Durante el camino es común la presencia de los denominados check-point donde funcionarios o policías chinos recaban información sobre tu persona y tus razones para circular por el país. Sobre todo estos puntos de información los hallas en los cambios de prefectura tibetanas y es una muestra más del supercontrol gubernamental chino.
El problema surge cuando en uno de esos controles te indican que no puedes circular por la carretera que llevas pues, aunque tú la veas con un fluir de tráfico frenético, resulta que por ella no pueden circular los extranjeros. ¡¡¡INCREÍBLE!!!
Ante este contratiempo y para evitar dar una vuelta de más de trescientos kilómetros has de sacar, una vez más, tu demostrada paciencia y capacidad de gestionar los problemas. Planteas la posibilidad de no discurrir sobre Penélope sino conseguir un medio de transporte donde poder hacer el trayecto. Los policías no dan su brazo a torcer pero por lo menos avisan a un superior y gracias a su conocimiento del inglés vuestra conversación augura una solución para el percance.
Sin embargo, pronto ves que por parte de los representantes del gobierno no habrá ningún tipo de concesión.
Tomas un poco de distancia para replantearte la situación al tiempo que minimizas las frustración comiendo algunos frutos secos. Se acerca un joven lugareño tibetano y se interesa por tu situación, al comunicarle tu problema te indica que puedes proseguir por otros puente aledaño donde parece ser que el control policial no es tan exhaustivo. Pese a tus dudas decides seguir los consejos del muchacho y lo sigues pedaleando tras su moto hasta alcanzar un paso por donde te indica que debes seguir. Así lo haces y, tras un par de kilómetros, cuando todo se presumía arreglado divisas un coche de la policía. El corazón te da un vuelco pero ya no hay marcha atrás. Te vas acercando y descubre que el coche está vacío pues los ocupantes se encuentran a varios metros, a la orilla del río, en un improvisado picnic. Ante la situación y pese a tus lógicos nervios decides seguir tu camino evitando ser visto por los policías con un pedaleo frenético en unas circunstancias que más bien parecen ser extraídas de una película de suspense al más puro estilo Hitchcock.
A los cinco minutos la sirena de la policía te anuncia la complicación del problema. En tu cabeza sólo se magnifica una idea: “la he liado”.Obviamente te adelantan y te ordenan parar. La amenaza de una severa multa, una detención o, incluso, una deportación se cierne en tus pensamientos. Por suerte contemplas que los policías son tibetanos y aunque dependientes del gobierno chino su trato es más cordial y amable que los que conociste en el último check-point. Pero los inconvenientes son los mismos, por toda esa zona no pueden transitar extranjeros así que, con toda la amabilidad del mundo, te invitan a dar la vuelta y te escoltan hasta el punto de control que ya conocías. Obviamente, con el susto en el cuerpo, ya no te planteas otra posibilidad que la de dar la vuelta necesaria aunque esto conlleve pedalear unos centenares más de kilómetros. Son los imponderables de la aventura.
Entre estas penurias recibo inquietantes fotos sobre el estado de Penélope. Sus llantas con rajas que intentas ir curando con una masilla pero que a todas luces es un remedio temporal y cada vez menos efectivo.
Tendrás que esperar a llegar a una población importante para poder restañar los daños de tu montura. Por supuesto son cientos de kilómetros realizados por parajes sin asfaltar y las consecuencias son evidentes.
Ante las adversidades las notas de humor. Esos tres monjes budistas tibetanos montados en una moto que al adelantarte paran y te instan, en ingles, a que te detengas. En una intensa conversación te invitan a su cercano monasterio donde recibirás alojamiento y un sinfín de agasajos. Son los giros del destino, el 15 agosto, día de la Labradora de tu pueblo, asentado en un monasterio budista.
Perlé por el mundo. Etapas 595-601
Sigues tu recorrido hacia el sur teniendo como testigos el imponente río Amarillo. Los audios con el sonido del agua al fondo corroboran la magnificencia del entorno que me describes.
Son etapas frenéticas, “dándole caña, sin tregua”, pues son muchos los kilómetros a realizar y el final del visado chino se acerca rápidamente. Además experiencias como las vividas en jornadas anteriores donde tuviste que buscar una ruta alternativa, con el consiguiente aumento de kilómetros que pedalear, es un riesgo que se mantiene en tu aventura por estos lares.
Como muestra, a la salida de Gangmudaxiang y manteniendo tu dirección hacia Litang un nuevo incidente en tu ruta. Cerca de donde transitas hay un monasterio histórico y desde hace un tiempo se están sucediendo unas continuadas protestas de los monjes budistas del lugar que se quejan de las injerencias del gobierno chino. Para evitar que la noticia tenga transcendencia fuera de la comarca, o fuera del país, todo el valle limítrofe al monasterio está cortado impidiendo el paso a cualquier visitante, tanto chino como extranjero.
Un nuevo desvío en tu recorrido que te lleva hacia unos parajes agrestes que te complican incluso la acampada para el descanso nocturno. Lo que faltaba a la salud de Penélope, caminos pedregosos y prácticamente intransitables.
Pero la Naturaleza, en esos lugares recónditos, te muestra su belleza más absoluta. Con una oscuridad plena a tu alrededor miles de luciérnagas deambulan a tu alrededor. ¡Cómo no extasiarse ante esos seres diminutos capaces de iluminar la oscuridad! A miles de kilómetros de ti agradecerte que nos dediques un audio inmerso en la grandeza y esplendor de tan magnífico episodio espectáculo.
Y así superando los avatares del recorrido llegas a Litang, una localidad a una altura de 4.014 metros sobre el nivel del mar lo que la convierte en una de las ciudades más altas del mundo. Este enclave formó parte de la ruta comercial que unía Europa, China y otros países asiáticos y que se conocía como ruta de Chama. Se trata de un pueblo pequeño, de tan solo unas calles, sin centros comerciales ni semáforos.
Litang tuvo un papel importante en la historia del Tíbet. Fue un reino independiente hasta que fue absorbida por la cultura china. En ella se encuentra un monasterio construido hace ya 400 años y que en la actualidad es la residencia de más de 1.000 monjes budistas y la principal escuela de budismo tibetano de la región.
Perlé por el mundo. Etapas 602-606
Llegando al término del mes de Agosto abandonas Litang dirigiéndote hacia Shangri-La. En este camino una anécdota inolvidable cuando un mercedes se para junto a ti y la pareja ocupante, en inglés, se interesan por tu aventura. Por sus rasgos étnicos supones que el hombre es iraní y al indicárselo y ante la sorpresa suya y de la mujer china que le acompaña recibes la confirmación de tu conjetura. Les explicaste que en tu devenir aventurero habías visitado Irán y, por supuesto, su admiración hacia ti fue en aumento. Te invitaron a cenar en un hotel próximo y te pagaron el alojamiento en el establecimiento para esa noche. La bañera y el agua caliente de tu habitación fue un verdadero regalo tras unas jornadas de pedaleo duro y sin apenas descanso.
Al día siguiente iniciaste la ruta junto con la pareja que te agasajó el día anterior. Él era un ingeniero iraní que llevaba doce años de estancia en China trabajando en el sector industrial del gas. Junto a ellos visitaste el Parque Nacional de Yading, tu entrada fue pagada por ellos, y pudiste disfrutar por unas horas de un buen ejemplo donde lo sagrado se mezcla con la fuerza de la naturaleza en una fusión exquisita.
La jornada previa a tu llegada a Shangri-La fue muy lluviosa y tu recorrido fue muy complicado al encontrarte con una carretera en obras y donde la ruta que marcaba el GPS era totalmente inexistente. En la acampada nocturna hasta el agua llegó a entrarte en la tienda quedando totalmente inundada a eso de las tres de la mañana. Ante esta situación recoges todo precipitadamente y bajo un aguacero inmisericorde pedaleas buscando un lugar donde refugiarte. A unos cinco kilómetros llegas a los barracones prefabricados de los obreros que trabajan en la carretera y allí consigues un necesario resguardo.
Y tras unos últimos 30 kilómetros de una interminable subida superando un desnivel de unos mil metros llegas a Shangri-La, lugar que ya visitaste a finales del mes de marzo y desde donde te dirigirás hacia el sudeste asiático. El paisaje en estos meses ha cambiado desde un intenso amarillo al “reverde”de estas fechas. Como curiosidad has visitado algunos de los sitios de la ciudad por los que pasaste en fechas anteriores y cuál ha sido tu asombro que al ser invitado por unos lugareños te han reconocido y brindado con un “salud”que aprendieron de tu anterior visita.
Sigo insistiendo en tu don de gentes aunque tú pienses que es la bondad de la gente, pero la verdad es que la impronta que vas dejando es asombrosa. Me quedo con tu reflexión desde el corazón de la inmensa China: “Hay mucha gente en el mundo, Ángel. La inmensa mayoría de la gente es buena y los que no son buenos lo son pero no lo saben”.
En marzo Shangri-La te recibió con nieve, cinco meses después lo hace con una copiosa lluvia.
En las grandes poblaciones se observa más claramente el control gubernamental sobre la población china, descubriendo una amplia simbología alabando las excelencias del régimen por todos los lugares
El mes de septiembre te abre las puertas. Un fuerte abrazo desde tu tierra y el recuerdo de los que te siguen y me preguntan sobre tu evolución aventurera. Tú desde la distancia pendiente de las noticias que llegan de tu pueblo y por supuesto interesado en el desarrollo del Carnaval de Verano. Nuevamente tengo que poner en valor esas imágenes tuyas, Perlé herenciano, con los pobladores de las tierras remotas por las que discurres y en las que despiertas sorpresa, admiración y arrobamiento.
En tus pensamientos, y planificando las próximas semanas, reencontrarte con la zona norte de Vietnam para dirigirte hacia Laos. Antes te dirigirás hacia Pu`er al sur de China y allí decidirás el recorrido.
Un fuerte abrazo, amigo y me despido con una de tus últimas frases: “Estoy a tope, no paro ni un día ni una hora”.