La Fototeca Abierta nos trae una bonita imagen de los azafranales en Herencia

Con el inicio de un nuevo curso de la Universidad Popular, el Taller de Historia Local retoma su programa “Fototeca Abierta” con el cual dar a conocer y difundir el patrimonio fotográfico de la localidad.

La Fototeca Abierta nos trae una bonita imagen de los azafranales en Herencia 3 En esta ocasión, los participantes en el Taller de Historia Local de la Universidad Popular han elegido una fotografía de 1983, en la que se recoge una de las labores agrícolas más comunes en Herencia desde mediados de la década de los 70 y durante todos los años 80 del siglo XX. Este cultivo era muy común en toda la comarca, principalmente en localidades como Consuegra, Madridejos o Villafranca de los Caballeros, de donde empezaron a llegar las primeras cebollas de azafrán que se plantaron en Herencia, y donde su cultivo todavía hoy sigue siendo muy importante.

En aquellas décadas, aproximadamente desde mediados del mes de octubre y, según se diera la campaña, hasta el Día de Todos los Santos, era común ver los campos cercanos a Herencia vestidos con el color púrpura de la flor del azafrán que, tal y como puede apreciarse en la imagen de este mes, contrastaba con los ocres otoñales de las pámpanas de las viñas.

Aquí aparecen Ángel Ligero y Mercedes Núñez en su azafranal, situado en el camino de la Cuesta, y que en el momento de realizar la fotografía se encontraba repleto de “rosa”, como en Herencia es conocida la flor del azafrán. En la fotografía, se observa como están preparados para recoger “la rosa» con sus cestas de mimbre utilizadas para tal labor, ya que permitían que las flores estuvieran ventiladas y que no se pegaran ni apelmazaran durante su recogida y posterior transporte.

En la imagen, también puede apreciarse una bicicleta con un cesto de caña y mimbre de mayor capacidad, donde se echaba “la rosa” tras su recolección y con la que se trasportaba hasta las casas, donde más tarde se procedería a su pelado o monda. Hay que tener en cuenta que los azafranales solían estar cerca de la localidad, frecuentemente cerca de caminos o carreteras para poder vigilarlos más fácilmente y también, porque era común acudir hasta ellos andando o en bicicleta.

El cultivo, recolección y manipulación del azafrán es muy delicado y tedioso, pues su producción se concentraba durante unas pocas semanas, de tal forma, que todos los días había que acudir al azafranal para recoger la flor que había salido el día anterior y más tarde proceder a su pelado o “monda” en las casas, para separar la flor de los clavos del azafrán. Esta labor solía ocupar a todos los miembros de la familia, que durante horas y horas se dedicaban a mondar la rosa. También era habitual escuchar comentarios como “voy a echar el clavo” para referirse a que se iba a ayudar a mondar la rosa.

Por lo delicado y laborioso de su cultivo, así como por la calidad y lo valorado del azafrán, éste alcanzaba altos precios, por lo que se le ha denominado como el oro rojo. En el pueblo, era común plantar azafranales con el fin de poder obtener el dinero necesario para que una pareja pudiera casarse o incluso, para comprar viñas o hacerse o reformar casas, pues en sus mejores momentos algunas familias lograban hasta un millón de pesetas o más por campaña.

Los azafranales, como se puede observar en la fotografía, se disponían en hilos, que es como se conocía a cada una de las hileras de rosa. Además, su extensión se medía en cuerdas, siendo cada cuerda el equivalente a 100 m2, por lo que no se plantaban menos de 4 o 5 cuerdas para que la producción fuera rentable.
Los azafranales estuvieron muy difundidos en la localidad durante un par de décadas, y aunque su cultivo cayó en desuso hasta casi su desaparición, hoy de nuevo, algunas familias de Herencia, vuelven a apostar por este tipo de cultivo como un complemento a sus rentas familiares.

Fotografía cedida por Mercedes Núñez.
NOTA: Cualquier fotografía histórica de Herencia se puede ceder para su escaneo en la Fototeca Municipal ubicada en el Ayuntamiento de Herencia. Tfno.: 926 57 10 02

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