Casos, cosas y requisitorias II

Casos, cosas y requisitorias II

Hace unos meses presenté bajo este título una primera parte de hechos acaecidos en Herencia, o a herencianos fuera de la localidad, que fueron publicados en la prensa de la época. A continuación muestro otra nueva tanda de sucesos, plasmados en los periódicos del momento, y que como protagonistas aparecen paisanos nuestros.

I

La primera de estas noticias, de mayo de 1874,  nos sitúa a un “pastor del quinto de la Atalaya” natural de Alcázar de San Juan, llamado José Concepción Buitrago, que trabajaba para el propietario herenciano Antonio Montes Palmero, en un erial del llamado  “Cerro de la Horca de los Moros” del término de Herencia, y que halló casualmente en ese lugar “doce pertenencias mineras” que llevaban el nombre de “La Reunión”.

La administración pertinente conocedora de que en aquel lugar del Cerro de la Horca hubo un pozo abandonado donde se realizaron trabajos mineros en décadas anteriores, acordó que se instruyera el oportuno expediente señalando que los que pudieran estar interesados en justificar la propiedad de esas pertenencias tenían 15 días para alegar lo que “a su derecho convenga” y si así no ocurriera se caduque la concesión de dicho derecho.

Este suceso nos muestra una reminiscencia de la actividad minera que hubo en el término herenciano durante varios siglos. En 1855, en el Boletín Oficial de la Provincia del 22 de Noviembre, se llevó a cabo un “reconocimiento y demarcaciones de minas en esta provincia” de Ciudad Real, y en el término de Herencia se reconocieron las siguientes: Admiración, San Antonio de Padua, San Marcos, San José, Nª Sª de las Angustias, Salvadora, El Relámpago, El Trueno, La Diana, Santa Lucía, La Nueva Casualidad, Concepción y La Inconquistable[1].

Como vemos en este listado no aparece la referencia a la mina de “La Reunión” de la que se hallaron las pertenencias, lo cual demuestra que en el momento del hallazgo la mina ya estaba abandonada al menos hacía dos décadas.

Fuente: Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, nº 174, de 13/05/1874, pág. 2.

II

El segundo documento nos lleva hasta sendos edictos firmado por D. Romualdo Paraíso Lasus,  escribano del Juzgado de primera instancia del distrito del Pilar de Zaragoza, y fechados el 3 de mayo de 1879 y el 7 de febrero de 1881; y en los que se “cita, llama y emplaza” al herenciano José Fernández Paulete, “hijo de Antonio y de Marcelina, de 46 años, casado, albañil, vecino que ha sido de Madrid”. En dichos decretos se conminaba al herenciano para que en el término de 20 días compareciera ante la Sala de la Audiencia del Juzgado zaragozano para responder ante la justicia por la causa en la que había sido condenado, junto a otros, por la “falsificación de billetes del Banco de Francia”.

En una primera cita se le reclamaba para satisfacer “las responsabilidades pecuniarias” (una multa) a las que había sido condenado. Por lo visto, no satisfizo totalmente esa cuantía económica que fue emplazado en varias ocasiones a personarse en el juzgado pues la justicia daba a conocer que “ha desaparecido, ignorándose su actual paradero”.

Casos, cosas y requisitorias II 11 FUENTES:  Gaceta de Madrid. Número 333. 7/02/1881, pág. 597. Gaceta de Madrid. Número 123. 3/05/1879, pág. 346.

III

El siguiente suceso aparecido en El Eco de Daimiel, aunque dramático, no deja de ser curioso. Se trata de la esquela mortuoria del sastre que ejercía su profesión en Herencia y que falleció en la localidad el 14 de agosto de 1888. Era Juan José Díaz Galiano quien murió a los 54 años de edad dejando esposa y dos hijos. Su esposa era la herenciana María Joaquina González-Román y él era natural de Daimiel. Consultado el Archivo Parroquial de Herencia podemos conocer los detalles de su fallecimiento (por neurastenia) y de su entierro en el Cementerio Parroquial (el antiguo cementerio de San José) considerado de 2ª clase, “con misa de réquiem, vigilia y responso general”[2].

Casos, cosas y requisitorias II 12 FUENTE: El Eco de Daimiel, nº 310; de 18/08/1888, pág. 3.

IV

Y siguiendo con la misma fuente, el Eco de Daimiel, y tan sólo un año después nos encontramos con una interesante noticia que nos describe un altercado acaecido en la mismísima plaza de la localidad. Así, el domingo 6 de octubre de 1889, en la plaza del pueblo de Herencia ocurrió una reyerta entre José Méndez, un joven de 23 años natural de Lugo pero vecino de la localidad, con otro joven del pueblo. Como indica la crónica “después de darse unos cachetes, José sacó una pistola y en el memento de dispararla contra su contrincante se interpusieron varios vecinos para evitar una desgracia”. El intento de estos herencianos por evitar la tragedia no fue del todo fructífero y fueron heridos Francisco Liébana (con heridas en la mano y brazo derecho) y Salustiano García Calvillo (con heridas de gravedad).

Viendo estos acontecimientos gran cantidad de herencianos que se encontraban en la plaza se quisieron “echar encima del agresor con ánimo de matarlo”, pero el autor de los disparos consiguió darse a la fuga y evitar el linchamiento. Poco después fue detenido por un Guardia Civil quien los puso a disposición del Juez.

Del sumario criminal, que se instruyó por estos hechos, tenemos referencia en el Boletín Oficial de la Provincia donde se indica que en agosto de 1891 (casi dos años después de los hechos) se dictó auto de conclusión. En él podemos ver la detallada descripción del que provocara el incidente y que fue acusado por los delitos de disparo de armas de fuego y lesiones: “Jose Mendez Moreda, natural de Santa Eulalia de la Dehesa, en la provincia de Lugo, de estado soltero, de oficio panadero, es de estatura regular, más bien bajo, color moreno, cara ancha, nariz y boca regular, poca barba, ojos negros, con una cicatriz en el carrillo izquierdo poco perceptible y que tuvo su residencia antes de ser procesado en Ia villa de Herencia, ejerciendo su oficio en una tahona”.

No sabemos de la condena que le fue aplicada pero sí que un año después en abril de 1892, estaba desapareció y se instaba a las “autoridades judiciales y funcionarios de policía procedan a su busca y captura del mencionado sujeto”.

FUENTES: El Eco de Daimiel, nº 385; de 9/10/1889, pág. 3. Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, nº 27, de 28/08/1891, pág. 12. Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, nº 125, de 8/04/1892, pág. 8.

V

Con fecha del 26 de marzo de 1917, el diario de Toledo, “El Castellano” nos muestra una curiosísima noticia donde se muestra un verdadero acto de generosidad. La crónica nos informa como el día 24 de marzo de ese año el herenciano Francisco Fernández García, de profesión “contratista de obras”, a la salida de un café de Madrid perdió una cartera con algunos documentos y con “2.175 pesetas en billetes del Banco”.

La comunicación continua indicando que la cartera fue encontrada en la madrileña calle del Comercio por “el aspirante” César Garrieran Salgado, de dieciséis años, el cual acudió a entregarla en las dependencias del Gobierno Civil de Madrid.

Dos días después de la pérdida, el Gobernador le devolvió la cartera con cuanto contenía a su propietario. El hecho tuvo una gran repercusión en la capital alabándose la conducta del joven estudiante, y disponiéndose la prensa a “consignar el hecho, que es el mayor elogio”.

Casos, cosas y requisitorias II 13FUENTE: Diario de información El Castellano, Toledo, nº 2337, de 26/03/1917, pág. 3.

VI

De diciembre de 1917 nos encontramos con la siguiente requisitoria desde los Juzgados de Alcázar de San Juan para que “todas las autoridades y agentes de la policía judicial procedan a la  busca y captura de cuatro gitanos y caso de ser habidos sean puestos a disposición de este  Juzgado en clase  de detenidos”.

En este caso el sumario que se instruye es por un delito de estafa contra cuatro personas de etnia gitana y cuya descripción era la siguiente:

  • Por un lado el matrimonio conformado por los “gitanos esposos José Montoya Palacios, tratante, de 39 años de edad, vecino de Malagón y Leonarda Santiago Juan, de 37 años de edad, domiciliados últimamente en Herencia”.
  • Por otro lado las gitanas llamadas Maria y Amparo, “morenas, con ojos grandes, la primera más alta que la segunda y aquella con dos lunares, jóvenes, cuyas demás circunstancias personales se ignoran, habiendo residido últimamente en Herencia”.

FUENTE: Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad Real, nº 161, de 24/12/1917, pág. 12.

VII

La siguiente anécdota es un simple apunte de lo que deseo sea un estudio más amplio donde investigar la presencia de herencianos en las guerras con Marruecos que tuvieron lugar en las últimas décadas del siglo XIX  y que concluyeron en la batalla del Rift a finales de la segunda década del siglo XX.

En uno de los drásticos episodios que sucedieron en el norte de África nos encontramos con el denominado Desastre en Annual (junio de 1921) donde una rebelión acaudillada por el líder rifeño Abd el-Krim venció al ejército español haciendo que los españoles se retiraron a unas cuantas posiciones fortificadas mientras que se establecía un estado independiente. La derrota fue tal que fueron muchos los soldados españoles hechos prisioneros.

Un suceso poco conocido es que una docena de estos prisioneros consiguieron evadirse de su encarcelamiento gracias a la ayuda de un “moro desertor” que les preparó la fuga y además consiguieron inutilizar algunos cañones y hacerse con varios fusiles. De la prisión de Annual, pasaron al enclave de Dar Drius para finalmente llegar a Melilla en enero de 1922.

Entre esa docena de rescatados nos encontramos al herenciano Faustino García-Arias Manzanares,perteneciente al regimiento de Ceriñola. Este herenciano, hijo de Gabriel y Jesusa, había nacido en Herencia el 26 de enero de 1897, y tras su odisea por tierras rifeñas regresó a su localidad natal donde se casó con Josefa García-Navas Díaz en septiembre de 1922[3].

Casos, cosas y requisitorias II 14 FUENTE: La Vanguardia, nº 18109, de 20/01/1922, pág. 10.

VIII

La última de esta tanda de noticias curiosas, y seguro que la más lúdica, la encontramos con fecha del 22 de agosto de 1968 en el Diario “Lanza”. En ella se anuncia el inicio de la “II Vuelta Ciclista por las Rutas del Vino”, de carácter nacional para “aficionados de primera y primera especial”. La marca Mobylette era la patrocinadora del evento y en su primera etapa, que se celebró el 24 de agosto de 1928, se recorrieron 168 kilómetros partiendo desde Campo de Criptana y atravesando las localidades de Alcázar de San Juan, HERENCIA, Puerto Lápice, Arenas de San Juan, Daimiel, Torralba de Calatrava, Carrión de Calatrava, Ciudad Real, Miguelturra, Pozuelo de Calatrava, Almagro, Bolaños, Daimiel, Manzanares, Argamasilla de Alba, Tomelloso, Los Arenales y terminando, nuevamente, en Campo de Criptana.

Un mapa ilustrativo señalaba esta ruta indicando además donde estarían ubicados los puntos interesantes de la competición (metas volantes, avituallamiento, …).

Al realizarse la prueba bajo el auspicio de Mobylette se aprovecha la noticia para dar publicidad a los diferentes “Agentes locales” de la marca apareciendo, para el caso de Herencia, el establecimiento de Leandro Montes Rojas, en la Plaza del Generalísimo de la localidad.

Casos, cosas y requisitorias II 15 FUENTE: Lanza –Diario de la Mancha-, Ciudad Real, nº 7.004, de 22/08/1968, pág. 11.

[1] MARTÍN-FONTECHA GUIJARRO, Ángel. “Minas en Herencia”. Historia de Herencia y Anecdotario. Herencia.net. 29 de Mayo de 2014.

[Recurso en línea: https://herencia.net/2014-05-29-minas-en-herencia/}

[2] ARCHIVO PARROQUIAL DE HERENCIA. Defunciones, 1883-1889, libro 19, pág. 167.

[3] ARCHIVO PARROQUIAL DE HERENCIA. Bautismos, 1893-1897, libro 59, pág. 249.

– patrocinadores –

Síguenos en redes

Noticias destacadas

– patrocinadores –

Scroll al inicio