Las campanas de la parroquia de Herencia tocan todos los días a las 21:00 horas en señal de luto

Desde la parroquia Inmaculada Concepción, se recuerda, que todos los días, desde el comienzo de la pandemia, a las 21:00 horas, las campanas de le su torre tocan a difunto en señal de luto y para convocar a la oración en las familias, por los fallecidos en del día y desde el comienzo de la pandemia originada por el SARS-Cov-2 (COVID-19).

Así, en muchos hogares de Herencia (Ciudad Real), a las 21:00 horas salen a sus terrazas o se asoman a las ventanas para realizar una oración en recuerdo a los fallecidos.

Vídeo rezo desde los balcones y ventanas de Herencia

• Modelo de oración propuesto por la parroquia Inmaculada Concepción de Herencia

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Encomendemos a nuestra Madre Inmaculada las almas de los difuntos que hoy han partido a la Casa del Padre, para que la Virgen, abogada nuestra interceda por ellos

( se rezan tres Ave Marías a la Virgen)

Yo soy la resurrección y la vida –dice el Señor–; quien cree en Mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo el que vive y cree en Mí no morirá eternamente. (cfr. Juan 11, 25-26)

V/ . Venid en su ayuda, Santos de Dios; salid a su encuentro, Ángeles del Señor.

R/. Recibid su alma, y presentadla ante el Altísimo.

V/ . Cristo que te llamó, te reciba y los Ángeles te conduzcan al regazo de Abraham.

R/. Recibid su alma y presentadla ante el Altísimo.

V/ . Concédele, Señor, el descanso eterno y brille para él (ella) la luz eterna.

R/. Recibid su alma y presentadla ante el Altísimo.

V/ . Señor, ten piedad.

R/. Cristo, ten piedad, Señor, ten piedad.

Padre nuestro…

V/ . Libra, Señor, su alma.

R/. De las penas del infierno.

V/ . Descanse en paz.

R/. Amén.

V/ . Señor, escucha nuestra oración.

R/. Y llegue a ti nuestro clamor.

OREMOS

Oh Dios, que concedes el perdón y quieres la salvación de los hombres: te rogamos que, por la intercesión de la Santísima Virgen María Inmaculada y de San José y debtodos los Santos, concedas la bien­aven­tu­ranza a tu hijo (hija), a quien llamaste de este mundo. No le (la) abandones en manos del enemigo, ni te olvides de él (ella) para siempre; sino recíbelo (la) con tus santos Ángeles en el Cielo, su patria definitiva. Y porque creyó y esperó en ti, concédele para siempre las alegrías del Cielo. Por Cristo nuestro Señor.

R/. Amén.

Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en Mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo el que vive y cree en Mí no morirá eternamente. (Juan 11, 25-26)

V/ . Concédele, Señor, el descanso eterno.

R/. Y brille para él (ella) la luz eterna.

V/ . Descanse en paz.

R/. Amén.