Estamos viviendo momentos de cambio. Las empresas están evolucionando a marchas forzadas y la educación, lógicamente, también. De hecho, el ámbito educativo es el que más cambios está afrontando actualmente debido a que no es el momento más apropiado para concentrar alumnos en las aulas. Por este motivo, se están empezando a plantear nuevos modelos que ayuden a garantizar la formación online de calidad y la salud de los alumnos.
Así, combinando las clases presenciales y la formación online, está naciendo la idea de la formación híbrida. Algo que poco a poco está calando en centros de todo el país, y que está siendo la asignatura pendiente por parte de colegios, institutos, universidades, docentes y estudiantes.
Bien es cierto que la enseñanza online ya tiene cierto rodaje. La Escuela ENyD, por ejemplo, lleva años ofreciendo Grados y Másteres en Administración y Gestión de Empresas con modalidades exclusivamente online. La fórmula además, encaja perfectamente en los tiempos que corren.
Su propuesta apunta a ser una a alcanzar en el ámbito general a largo plazo. Ni las escuelas, ni el profesorado, cuentan con la preparación y los recursos necesarios para dar ese gran salto que abandone las aulas presenciales y las cambie por las aulas virtuales.
Mirando al medio plazo, la solución que más fuerza está ganando es la híbrida, aquella que combina la enseñanza presencial con la creciente enseñanza a través de plataformas digitales. Este es, sin ninguna duda, el gran desafío de la comunidad educativa en el 2021.
Modelo híbrido de enseñanza
En plena tercera ola de pandemia, proponer un modelo híbrido de enseñanza es una conclusión que cae por su propio peso. Lejos de cortar de raíz con la metodología actual, se plantea un punto en común entre ambos extremos para ayudar ya no solo a los centros, sino también a los estudiantes y a sus familias.
Dejando a un lado las propuestas de nivel universitario o post universitario como la que pone sobre la mesa ENyD, uno de los grandes problemas de estudiar desde casa en los niveles más bajos de la enseñanza es la conciliación familiar. Los horarios de trabajo coinciden con los escolares, y eso impide a los padres la tranquilidad de saber que sus hijos están en la escuela.
Es una buena forma de ir desarrollando la transición hacia la formación plenamente online. Muchos centros todavía no están preparados, y gracias a este paso intermedio se pueden plantear ir dando pequeños pasos hasta conseguir ese objetivo. La meta a corto plazo es esta solución híbrida.
Días alternos acudiendo a clase y estudiando desde casa mediante clases virtuales. Carece de la flexibilidad horaria que puede ofrecer el método digital, pero va sirviendo también para que el alumnado se vaya preparando y aprenda a manejar las herramientas que usaría a la hora de estudiar desde casa.
El sistema tradicional está enormemente asentado en el ámbito educativo, y eso ha provocado incluso que la formación a través de internet se considere como algo de segunda. Por suerte, la aparición de títulos universitarios y de másteres ofrecidos a través de centros online, es el mayor acercamiento a las nuevas plataformas online y el descubrimiento de nuevos métodos de enseñanza están haciendo que estos prejuicios queden en el olvido. La sociedad está descubriendo ahora más que nunca lo útil que puede ser internet en este frente.
Los docentes también están teniendo que evolucionar y, sobre todo, flexibilizar sus métodos. Para algunos, que llevan décadas ejerciendo, dar el paso para emplear las nuevas tecnologías es un desafío demasiado duro, pero también es necesario.
El mundo está cambiando en todos los sentidos posibles. Solo hay que ver cómo las tiendas online han ido acaparando más y más mercado, o cómo las redes sociales se han vuelto uno de los principales vehículos de comunicación e información.
Ahora es el turno de la educación y, aunque va a hacer las cosas despacito y con buena letra, tiene claro que debe seguir avanzando. Primero será este modelo híbrido que muchos centros ya están adaptando. Después empezarán a llegar las propuestas plenamente digitales que varias instituciones tienen más que asimiladas.
El 2021 se prevé repleto de curvas y cambios con el denominador común de la tecnología. ¿Se conseguirá esa transición en los próximos meses o se necesitará más tiempo? Centros y docentes ya han aceptado el reto.
