El cambio de siglo trajo consigo la apertura de canales electrónicos a nivel mundial y el uso masivo de la tecnología se extendió exponencialmente para simplificar nuestros procesos cotidianos. Los usuarios asimilaron dichos cambios rápidamente y muy pronto empezaron a beneficiarse de ellos.
Desde las compras a movilidad, en la actualidad es prácticamente imposible encontrar un proceso humano que no se haya visto favorecido por la digitalización, lo cual en definitiva se ha traducido en mayor rapidez y una mejora de nuestra calidad de vida.
Uno de los ámbitos en los que la transformación ha sido mayor, es la manera en la que realizamos nuestras compras, por ejemplo, a la hora de realizar pagos. Así, en los últimos años estamos viendo el auge del llamado Cashback, una nueva forma de comprar online o con tarjetas y que supone un gran ahorro al consumidor.
Pero a pesar de su creciente uso y popularidad, aún se desconoce en muchas partes qué es y cómo funciona esta ventajosa forma de realizar compras. Por Cashback, cuya traducción del inglés sería “dinero de vuelta”, entendemos aquellos programas de recompensas que ofrecen algunas empresas o instituciones bancarias y entidades financieras a través de las tarjetas expedidas por estas entidades y gracias al acuerdo con tiendas y establecimientos.
Es decir, al realizar compras por este medio se puede obtener la devolución parcial del importe gastado; el porcentaje puede variar según el banco o plataforma de cashback y después de un tiempo el usuario podrá ver reembolsado en su cuenta el porcentaje ofrecido por la empresa que emite la promoción.
La diferencia principal con los antiguos programas de fidelización es que el usuario no acumula puntos, sino que recibe un reembolso de parte del dinero gastado. Este tipo de promoción está ganando popularidad a ritmo vertiginoso y en España los cashbacks cuentan cada día con más adeptos.
Ya sea en dinero exactamente, en cheques regalos o gift card, o de cualquier otra forma que utilice la empresa o banco para llamar la atención del público, el Cashback se presenta como una ventaja sumamente valiosa en la que, con el simple hecho de realizar una compra online, el usuario obtendrá de vuelta una parte del importe en el método de pago que elija y que podrá reinvertir lo ahorrado en lo que quiera.
La cantidad a desembolsar y el tiempo de espera variará según el programa de cashback o de la entidad bancaria, el tipo de tarjeta e incluso el sitio donde se utilice, todo dentro de un amplio campo que buscan muchos bancos en concordancia con tiendas y empresas, para hacerle más fácil y brindarle mayor abanico de opciones a los usuarios al momento de gastar su dinero y la forma en cómo desean hacerlo.
Por lo general, este tipo de beneficios son comunes en los Estados Unidos debido a la flexibilidad en las normas fiscales en comparación con otros países, como en el caso de España, que cuenta con un sistema más conservador.
Sin embargo, debido a la rapidez con que este método se ha implantado y consolidado en Norteamérica, cabe esperar que irrumpa en otros países con la misma fuerza y rapidez.
Su mayor atractivo es sin duda poder ofrecerle a las personas una opción de ingresar en su cuenta una parte de lo gastado en un comercio; lo cual más allá de que sea mucho o poco, es algo totalmente novedoso ya que el usuario está acostumbrado a que una vez que gasta su dinero, no haya forma de recuperar ese importe.
Pero ahora, con esta moderna alternativa sí lo es, y al ser un dinero que muchos no esperan, tiene un valor emocional distinto a cualquier oferta o promoción de las que recurrentemente encontramos en comercios o tiendas. En definitiva, el cashback ha venido par quedarse.