La calle Lope de Vega luce un nuevo aspecto con toldos de croché confeccionados por 30 voluntarias.
La céntrica calle Lope de Vega ha estrenado hoy una nueva imagen con la instalación de coloridos toldos de croché, confeccionados a mano por un grupo de 30 voluntarias. El alcalde Sergio García-Navas, el concejal de Cultura Aitor Gallego de la Sacristana y la responsable del área de Mayores Conchi Rodríguez-Palancas visitaron la calle para admirar el resultado de esta iniciativa que combina tradición y creatividad.
Tradición y arte en el corazón del municipio
Los nuevos toldos, tejidos con lanas de colores por estas dedicadas voluntarias, no solo aportan una estética vibrante a la calle, sino que también ofrecen una solución práctica para reducir la temperatura durante los meses más calurosos. Este proyecto, impulsado por el área de Cultura en coordinación con el Centro de Mayores, busca revitalizar técnicas de costura tradicionales y fomentar su transmisión intergeneracional.
Una labor comunitaria
Las artífices de estos toldos han trabajado incansablemente desde sus hogares y el Centro de Mayores, creando pequeños paños que luego fueron unidos para cubrir una superficie total de 35 metros cuadrados. En total, se utilizaron aproximadamente 300 ovillos de lana, y cada toldo tiene una longitud de 7 metros cuadrados. Los diseños incluyen cenefas tradicionales y colores vibrantes, así como la bandera de la cultura manchega en el centro de los toldos.
Reconocimiento y agradecimiento
El alcalde Sergio García-Navas agradeció a las tejedoras por su dedicación y esfuerzo, destacando que este proyecto «busca poner en valor y proteger las costumbres y los trabajos más característicos de nuestra zona». Aitor Gallego de la Sacristana, por su parte, enfatizó la importancia de estas iniciativas para «potenciar nuestras raíces y tradiciones, además de fomentar la participación ciudadana y la convivencia».
Un atractivo turístico y un legado cultural
Las voluntarias expresaron su deseo de seguir ampliando los tapices actuales y de participar en futuras iniciativas para decorar distintas áreas del municipio en épocas festivas, como el ya memorable árbol de Navidad. Este proyecto no solo embellece el centro del municipio, sino que también se convierte en un atractivo turístico para vecinos y visitantes, promoviendo la cultura y las tradiciones locales.
La instalación de estos toldos de croché es un ejemplo de cómo la colaboración comunitaria y el amor por las tradiciones pueden transformar espacios urbanos, creando entornos más agradables y culturalmente enriquecidos.