El Gobierno de Castilla-La Mancha ha reafirmado su compromiso con la lucha contra el intrusismo en la actividad de los guías turísticos en la región, recordando que, a la vuelta del verano, en el mes de septiembre, está prevista la convocatoria de la prueba de habilitación de guías turísticos en Castilla-La Mancha.
Así lo ha manifestado la directora general de Turismo, Comercio y Artesanía, Ana Isabel Fernández, en una reunión mantenida recientemente en la Consejería de Economía, Empresas y Empleo. En el encuentro participaron representantes del Ayuntamiento de Toledo y la Asociación de Guías de Turismo de la región. Entre los asistentes se encontraban el teniente de alcalde y concejal de Turismo del Ayuntamiento de Toledo, José Manuel Velasco; el delegado provincial de Economía en Toledo, Julián Martín; y la presidenta de la Asociación de Guías Oficiales de Turismo de Castilla-La Mancha, María del Valle Vicente.
En esta reunión, Ana Isabel Fernández destacó la disposición del Ejecutivo autonómico para colaborar con el Ayuntamiento de Toledo, a través de la Policía Local, y otras administraciones públicas con el fin de combatir el intrusismo en la profesión. Esta colaboración permitirá que las denuncias y actas se dirijan de manera ágil a la Inspección de Turismo regional, facilitando así la labor de vigilancia y control.
Además, la directora general recordó que el Gobierno de Castilla-La Mancha publicó el pasado 24 de mayo en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) la convocatoria para las pruebas de habilitación de guías turísticos, que se desarrollarán en septiembre. Las bases de la convocatoria, que regulan todo el procedimiento, especifican los requisitos de participación y la titulación previa exigida.
El temario de las pruebas se incluyó en el anexo de las Bases Reguladoras publicadas en el Diario Oficial de la región el 1 de septiembre del año pasado. Las pruebas se han estructurado en tres exámenes obligatorios y de carácter eliminatorio. El primer ejercicio consistirá en una prueba tipo test con 60 preguntas, más cinco de reserva, que deberá completarse en un máximo de 100 minutos. Para ser considerado apto, el aspirante deberá responder correctamente a 40 preguntas, sin que los fallos penalicen.
La segunda prueba será el desarrollo por escrito de un tema elegido entre tres temas seleccionados por sorteo, con una duración máxima de 60 minutos. Finalmente, el tercer examen se dividirá a su vez en dos partes: una traducción directa al castellano, sin diccionario, de un texto de temática turística en el idioma o idiomas escogidos; y una prueba de conversación en lengua extranjera con los miembros de la comisión evaluadora.
El compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha con la profesionalización y regulación del sector turístico es claro, y estas medidas demuestran el esfuerzo por garantizar un servicio de calidad y correctamente habilitado para los visitantes de la región.