El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su firme posición respecto a la reciente decisión del Tribunal Supremo, que ha confirmado su postura de no aplicar la amnistía al delito de malversación que afectó al exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y a varios exconsejeros en el marco del ‘procés’. García-Page ha subrayado que percibe en esta ley de amnistía una forma de «retorcer» el derecho con el objetivo de alcanzar un fin que él no solo no comparte, sino que también rechaza moralmente.
Durante una intervención en Guadalajara, García-Page argumentó que la manera en la que algunos independentistas intentan «chantajear con el Estado de Derecho», ligando la estabilidad en España a sus intereses personales, carece de fundamento y es difícil de justificar. En sus declaraciones, el presidente afirmó que «el propio derecho, cuando se le retuerce, le pasa como a los tornillos, se pasa de rosca y tampoco sirve al propósito del que lo ha retorcido».
Además, recordó que hace dos años manifestó que la decisión sobre la amnistía debía ser tomada por los tribunales, subrayando la importancia de someterse al Estado de Derecho. En este contexto, García-Page destacó que el Estado de Derecho en España se establece no solo a través de la Constitución, sino también mediante la normativa de la Unión Europea y los tratados internacionales.
Las declaraciones de García-Page llegan en un momento crítico, marcado por el debate sobre la amnistía y la polarización política en torno a las decisiones judiciales relacionadas con el ‘procés’. Su postura refuerza la idea de que las decisiones judiciales deben prevalecer y que la manipulación del derecho para beneficiar intereses específicos podría socavar la integridad del sistema legal en España.