Las obras de emergencia iniciadas por la Diputación de Guadalajara han mejorado considerablemente la situación de las carreteras provinciales que se vieron afectadas por la reciente DANA del 29 de octubre, logrando restablecer la circulación de vehículos en tres de las cuatro vías dañadas, aunque todavía persisten algunas restricciones. Las carreteras que sufrieron daños más significativos en sus calzadas y estructuras incluyen la GU-147 en Bustares, GU-211 en Valverde de los Arroyos, GU-418 en La Yunta y GU-958 entre Corduente, Ventosa y Torete.
La Diputación ha destinado una inversión urgente de 838.171 euros para la reparación de estas cuatro carreteras. De momento, el único tramo que sigue cerrado al tránsito es el puente sobre la rambla del Campillo en la carretera GU-418, a la entrada de La Yunta. Según el presidente de la Diputación, José Luis Vega, quien ha supervisado personalmente el progreso de las obras, el puente fue recientemente hormigonado y se espera que pueda abrirse al tráfico en los próximos días. Mientras tanto, se ha habilitado un acceso alternativo para vehículos ligeros a la localidad.
En cuanto a la GU-958, ubicada en la comarca de Molina de Aragón y que presentó serios daños entre los puntos kilométricos 11 y 20, las labores de limpieza de desprendimientos han sido completadas, permitiendo así la apertura de la vía al tráfico. La siguiente fase del proyecto de rehabilitación se enfocará en la limpieza de cunetas para asegurar un drenaje adecuado.
En la Sierra Norte, las obras en la carretera GU-147 han dado comienzo esta semana. El enfoque ha sido realizar desmontes en roca para rellenar taludes y reparar los tramos afectados, aunque el tráfico se está permitiendo con cortes intermitentes que son debidamente señalizados por el personal de reconstrucción. Por su parte, la carretera GU-211 ha sido reabierta al tráfico, aunque solo permite la circulación en un solo carril de momento.
Además de las reparaciones en las vías, José Luis Vega subrayó que la prioridad de la Diputación, tras el paso de la DANA, ha sido asegurar el acceso a los municipios y restablecer el suministro de servicios básicos como agua, electricidad y telecomunicaciones. Desde el día siguiente al desastre, se implementaron medidas para restablecer estos servicios, que incluyeron el abastecimiento de agua embotellada a las localidades afectadas y la rehabilitación de sus sistemas de abastecimiento de agua. Esta respuesta rápida y contundente ha sido fundamental para mitigar el impacto del temporal sobre las comunidades afectadas.