La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha manifestado su firme oposición a cualquier forma de apología del franquismo en el recinto legislativo. Este miércoles, tomó una medida contundente tras constatar los elogios a la dictadura pronunciados por el diputado de Vox, Manuel Mariscal, durante un debate acerca de la elección del nuevo presidente de RTVE. Armengol determinó eliminar tales comentarios del Diario de Sesiones del Congreso.
Durante su intervención, Mariscal afirmó que gracias a las redes sociales, muchos jóvenes están volviendo a descubrir el periodo posterior a la Guerra Civil, describiéndolo como una era de «reconstrucción, progreso y reconciliación». Estas declaraciones contrastan con la posición oficial del Gobierno, que según él, presenta esa etapa histórica como «oscura».
No obstante, Armengol no pudo oír en vivo las palabras de Mariscal mientras se pronunciaban, por lo que posteriormente pidió disculpas al hemiciclo. Después de revisar el material audiovisual, concluyó que las afirmaciones realizadas por el diputado eran inaceptables. Sin embargo, en lugar de suprimir totalmente dichos comentarios, estos aparecerán entre corchetes en el Diario de Sesiones, indicando que fueron censurados por decisión de la Presidencia del Congreso.
Esta acción por parte de Armengol se produjo en el marco de una proposición de Vox para derogar la Ley de Memoria Democrática. La presidenta dejó claro su compromiso con evitar cualquier tipo de discurso que pudiera hacer apología del franquismo o incitar al odio en el Congreso. «Advierto a todos los diputados que no se puede hacer apología del franquismo, una dictadura que sembró terror, asesinatos y odio en nuestro país», enfatizó Armengol, subrayando la obligación de la Cámara en mantener la democracia y proteger los derechos de todos los ciudadanos.
La contundente reacción de Armengol ocurre en un momento donde la memoria histórica y las políticas relacionadas continúan siendo un tema de debate acalorado en España, reflejando el interés por garantizar una narrativa democrática y respetuosa sobre el pasado.