En el marco del 41º Congreso Federal del PSOE celebrado en Sevilla, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, se pronunció sobre las recientes críticas lanzadas por la cúpula del partido hacia el sistema judicial. Durante su intervención, García-Page hizo un llamamiento a sus compañeros para que eviten adoptar una postura de victimismo en el debate público, sugiriendo que, aunque es legítimo tener opiniones críticas, estas deberían gestionarse con cautela y preferiblemente no manifestarse de manera explícita.
El dirigente castellano-manchego subrayó que, si bien el victimismo puede parecer un recurso comprensible bajo ciertas circunstancias, resulta más eficaz cuando se acompaña de un ejercicio significativo de autocrítica. «Es legítimo pensarlo y, si se piensa así, combatirlo, pero creo que es preferible no ocupar ese papel de víctimas», declaró García-Page, destacando que este tipo de estrategia no suele ser efectiva en el ámbito político.
García-Page también sugirió que el PSOE podría ganar en credibilidad si reconociera públicamente que, en ocasiones, puede cometer errores. «Eso, de entrada, no solo es humano, sino que además puede pasar; eso también daría credibilidad», añadió, refiriéndose a las «acusaciones infundadas» que, según él, enfrentan los socialistas. Tales declaraciones se produjeron después de una reunión con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y otros líderes autonómicos del partido.
El contexto de las afirmaciones de García-Page resalta una preocupación dentro del partido sobre las estrategias comunicativas adoptadas frente a las críticas externas. En un momento en que el PSOE busca cohesionar su mensaje, la voz de García-Page invita al partido a ponderar la forma en que enfrenta las acusaciones y desafía las narrativas que pueden surgir en el debate político. Al tiempo que promueve una actitud de reflexión interna, también pone en relieve la necesidad de mostrar una disposición abierta al reconocimiento de errores, lo cual podría fortalecer la relación de confianza entre los ciudadanos y el partido.