Este lunes, 2 de noviembre, el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) ha dado a conocer la novedosa orden de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes que regula la realización de la prueba de acceso a la universidad en la comunidad autónoma. Amador Pastor, el consejero encargado, ha manifestado su satisfacción ante esta iniciativa, transmitiendo confianza y serenidad a familias, estudiantes y docentes. Ha subrayado que Castilla-La Mancha se sitúa como la segunda región española en emitir una normativa de este tipo para la PAU, un paso significativo hacia la modernización del sistema educativo.
Una de las principales innovaciones es el establecimiento de un único modelo de examen que incluirá una pregunta de carácter competencial obligatoria, la cual supondrá el 25% de la calificación final. Esta novedad permitirá a los alumnos demostrar sus competencias, más allá de los conocimientos teóricos, aportando un enfoque más práctico y adaptado a las necesidades actuales del mercado laboral. Los estudiantes tendrán la opción de elegir entre diferentes apartados para responder el resto de las preguntas. En un examen compuesto por cuatro preguntas, cada una valorada en 2,5 puntos, es imperativo que al menos una de ellas sea de carácter competencial.
Otra actualización clave es la extensión del período de validez de la nota obtenida en la fase de admisión. A partir de ahora, los alumnos podrán conservarla durante tres años, en vez de los dos otorgados anteriormente, lo cual ofrece una mayor flexibilidad a los estudiantes en su camino hacia la educación superior. Esta medida busca adaptarse a las realidades y circunstancias de los jóvenes, permitiéndoles planificar su ingreso universitario con mayor holgura.
La orden también resalta el importante rol de los profesores de los institutos, reconociendo su esfuerzo en la coordinación y elaboración de los exámenes. Dichos docentes podrán dedicar dos horas extras dentro de su horario laboral para estas funciones y recibirán hasta siete créditos certificado como una actividad de formación permanente del profesorado. Esta medida no solo valora su trabajo, sino que también promueve el desarrollo profesional continuo.
En definitiva, la publicación de esta normativa refleja un avance significativo en el sistema educativo de Castilla-La Mancha, con el firme propósito de simplificar el proceso de acceso a la universidad y reconocer la implicación y profesionalidad de los educadores. Con una prueba de acceso modernizada y un claro respaldo al profesorado, la comunidad autónoma avanza hacia un modelo educativo más eficiente y adaptado a las necesidades del siglo XXI.