Un vínculo eterno con la solidaridad: la importancia de la donación de sangre

La Hermandad de la Virgen de los Dolores ha vuelto a demostrar su profundo compromiso con la solidaridad y la vida, participando activamente en la IX Campaña de Donación de Sangre. Esta iniciativa, organizada por la Hermandad de Donantes de Sangre de Puertollano, contó con la imprescindible colaboración de la Gerencia de Atención Integrada y el Centro Regional de Transfusiones de Ciudad Real, desarrollándose en el Hospital “Santa Bárbara”.

En esta novena edición, veinticinco miembros de la cofradía se unieron para ofrecer su sangre, cumpliendo una vez más con este gesto altruista. La Hermandad de la Virgen de los Dolores ha agradecido expresamente a todos sus hermanos por el cariño y la solidaridad demostrada, que representa una manifestación clara de su compromiso con la vida y la salud de quienes más lo necesitan.

Esta campaña no solo funciona como un puente entre la fe y las acciones concretas en pro del bienestar común, sino que también pone de manifiesto la consolidación de una tradición solidaria en la comunidad de Puertollano. La participación activa de los miembros de la cofradía es un claro ejemplo de cómo el sentido de comunidad y la devoción pueden tener un impacto positivo y tangible en la sociedad.

La labor conjunta de diversas entidades, como la Hermandad de Donantes de Sangre, el personal sanitario del Hospital “Santa Bárbara” y los donantes individuales, es una pieza fundamental en la construcción de una estructura sólida que sostiene este tipo de campañas. Así, Puertollano se reafirma como un referente en el incentivo de la donación de sangre, vital para la atención médica de miles de personas.

Este acto de generosidad no solo resalta los valores intrínsecos de quienes participan, sino que además fomenta la implicación de nuevos integrantes en esta noble causa, asegurando la continuidad de estas campañas y el abastecimiento adecuado de los bancos de sangre regionales. La Hermandad de la Virgen de los Dolores seguirá siendo no solo un pilar espiritual, sino también un motor de esperanza y vida.

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