En una fotografía que encapsula el espíritu de la España de mediados del siglo XX, un SEAT 600 se encuentra estacionado frente a un mural promocional de «Un lugar de La Mancha» en Herencia (Ciudad Real). Este material gráfico, fechado entre 1960 y 1970, refleja no solo el auge del turismo y la identidad manchega, sino también la transición social y económica que vivía el país en esa década.
El SEAT 600: un símbolo de modernidad
El SEAT 600, protagonista de la imagen, era mucho más que un coche. Este vehículo representaba el acceso de las familias españolas a una movilidad que había sido impensable apenas unos años antes. Introducido en 1957, el 600 se convirtió rápidamente en el símbolo del desarrollo económico y de la creciente clase media de la época.
En Herencia, el 600 parece posado como un testigo de la promoción cultural de La Mancha, enmarcado por un mural que rinde homenaje a la región inmortalizada en el «Quijote» de Miguel de Cervantes. Este tipo de monumentos no solo exaltaban la riqueza literaria y cultural de Castilla-La Mancha, sino que también formaban parte de una estrategia para fomentar el turismo en la región.
La Mancha, identidad y orgullo
El mural, que muestra la icónica silueta de Don Quijote cabalgando, sirve como recordatorio del vínculo profundo entre La Mancha y la obra cervantina. Frases como «Un lugar de La Mancha» remiten al inicio de la novela más universal en lengua española, haciendo de la región un destino ideal para turistas y amantes de la literatura.
En la década de 1960, estas iniciativas promocionales empezaron a proliferar por los pueblos y carreteras de La Mancha. Además de ser un homenaje cultural, buscaban posicionar a la región como un enclave turístico en un momento en que España empezaba a abrirse al turismo internacional.
Herencia como punto estratégico
Herencia, situada en pleno corazón de Castilla-La Mancha, es un lugar cargado de historia y tradiciones. Este municipio no solo destaca por su ubicación estratégica en la Ruta del Quijote, sino también por su riqueza cultural y paisajística. Durante el auge de los años 60, su inclusión en las campañas promocionales reforzaba su papel como un referente de la identidad manchega.
Un testimonio histórico
La imagen, un positivo en papel de 7×10 cm en blanco y negro, pertenece a un archivo visual que recoge momentos clave de la historia reciente de España. Es un testimonio no solo de la evolución cultural y social de La Mancha, sino también de la conexión emocional de una generación con sus vehículos, su tierra y su historia.
Este tipo de documentos, como el que forma parte del archivo del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha, son fundamentales para comprender cómo la región ha sabido preservar y promover su legado a lo largo de los años.
La fotografía, que puede consultarse junto con otras piezas históricas en la fototeca digital del CECLM-UCLM, es una invitación a redescubrir el pasado y valorar la riqueza de un territorio que sigue siendo un emblema de cultura y tradición en España.
Enlace a la colección: Fototeca del CECLM-UCLM.