El pasado sábado 14 de diciembre, Pastrana se vistió de fiesta para dar inicio a la temporada navideña con un evento que resonará en la memoria colectiva de sus habitantes. La villa ducal se llenó de júbilo con la participación de la comunidad local, especialmente con el protagonismo de los más pequeños, en una celebración que debutó con su primer pregón navideño.
A pesar del frío típico de la región de la Alcarria, las festividades comenzaron puntualmente a las seis de la tarde, acompañadas por el melodioso repique de las campanas de la Colegiata. La celebración inicial incluyó una misa especial que contó con la participación del conjunto musical Rondalla Torrejón, dirigido por Pedro Oliva. Este emotivo acto, que rindió homenaje a amigos recientemente fallecidos, culminó con la interpretación de canciones especialmente adaptadas para la ocasión. En reconocimiento a su conmovedora actuación, el párroco Emilio Esteban les entregó «Las hazañas de un rey», mientras que el alcalde Carlos Largo les honró con una placa en señal de agradecimiento.
El momento estelar de la jornada llegó con la presentación de los pregoneros, seleccionados por su incansable dedicación al Belén de la Colegiata durante más de treinta años. Inmaculada Taravillo, portavoz de este grupo de talentosos belenistas, destacó en su discurso el continuo crecimiento y belleza del nacimiento, considerado uno de los más destacados de la provincia. Aprovechó, además, para emitir un mensaje de solidaridad, recordando a aquellos que sufren en distintas partes del mundo.
El Belén, que se extiende sobre 36 metros cuadrados y cuenta con más de 110 figuras, está coordinado por Teresa Crespo. Según ella, a pesar de que cada año se introducen novedades, ciertos elementos perduran, haciendo del Belén un proyecto multipremiado y reconocido por la Asociación de Belenistas de Guadalajara.
Tras el pregón, la celebración se trasladó al Palacio Ducal con un animado concierto de villancicos a cargo de la Rondalla Torrejón. Entre las piezas interpretadas, destacaron una dedicada a los duques de Pastrana y, como broche final, la energética Marcha Radetzky que invitó al público a seguir el ritmo con palmas.
El momento más emocionante del evento fue el encendido del alumbrado navideño, llevado a cabo por los niños, que llenó de luces y espíritu festivo la calle Princesa de Éboli, el atrio de la Colegiata, la plaza de la Hora y, por primera vez, la plaza de los Cuatro Caños. Para amenizar el frío de la noche, la Asociación de Mayores de Pastrana ofreció un caldo caliente a los asistentes, reforzando el sentido de comunidad.
De manera simultánea, se inauguró un mercadillo solidario en apoyo a Javier, un niño con lesión cerebral. Bajo la organización de su madre, Conchi Rodríguez Sánchez, el mercadillo ofrece un variado catálogo de productos donados, desde mermeladas hasta juguetes, con el fin de recaudar fondos para su tratamiento. Este mercado altruista permanecerá abierto hasta el Día de Reyes.
Las festividades en Pastrana han sabido entrelazar tradición navideña con solidaridad, reforzando la calidez y el sentido comunitario de la villa en esta época del año. La participación activa de los lugareños y la vibrante atmósfera lograron convertir el evento en una experiencia inolvidable para todos los presentes.
