En la provincia de Cuenca, el Centro de Investigación Agroforestal (CIAF) de Albaladejito se encuentra a la vanguardia de la experimentación agraria orientada a mejorar la aplicación de los ecorregímenes, un esfuerzo que busca incrementar tanto la rentabilidad como la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas. Durante una visita al centro, Gracia Canales Duque, viceconsejera de Política Agraria Común y Política Agroambiental, destacó la importancia de estos trabajos, acompañada por el director del centro, Luis de León Larraínzar.
El CIAF de Albaladejito ha ejecutado 63 campos de ensayo durante 2024, cubriendo una superficie de 13 hectáreas y abarcando 2.446 parcelas experimentales. Estos ensayos se centran principalmente en cultivos herbáceos extensivos como cereales, leguminosas y oleaginosas, evaluando aspectos como variedades de cereales, fertilización, densidad de siembra, técnicas de laboreo y rotaciones de cultivos. Según Canales, además de colaborar con agricultores de diversos municipios conquenses, los estudios también se orientan hacia métodos de cultivo que respeten el medio ambiente, como el manejo ecológico.
Una de las grandes metas del centro es la transferencia de los resultados de la investigación al sector agrícola. Para ello, Albaladejito organiza actividades como las Jornadas de Puertas Abiertas, que en su última edición atrajeron a más de 30 empresas y 1.000 agricultores. Además, el centro atrajo a 1.140 estudiantes de 24 instituciones educativas durante 2024, acercándolos al mundo agrario y medioambiental.
El centro también ha desempeñado un rol crucial en la formación, ofreciendo 376 horas de cursos a 1.631 participantes. Entre las temáticas destacadas están el uso de fitosanitarios, cubiertas vegetales, agricultura de precisión y el empleo de drones, así como talleres sobre micología, orquídeas y elaboración de quesos, reflejando una educación amplia y diversificada en el ámbito rural.
Otros proyectos relevantes del IRIAF incluyen iniciativas en el Centro de El Chaparrillo en Ciudad Real y el CIAPA en Marchamalo. En colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha y el CSIC, respectivamente, se desarrollan investigaciones sobre las repercusiones agroecológicas de cubiertas vegetales en cultivos leñosos y el efecto del laboreo y la rotación de cultivos sobre la biodiversidad en agrosistemas cerealistas semiáridos.
Gracia Canales concluyó su intervención elogiando el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha con la innovación y la experimentación, subrayando la fortaleza de la red de investigación de la región como un orgullo y un recurso crucial para abordar los desafíos del sector agropecuario.