El Gobierno regional de Castilla-La Mancha ha dado un importante paso hacia la gestión sostenible del agua con la aprobación del Plan Especial de Sequía (PES) de la demarcación del Tajo. Este avance fue confirmado durante la reunión del Consejo del Agua en Madrid, y representa un esfuerzo concertado para garantizar el suministro de agua en la región durante los periodos de escasez. La directora de la Agencia del Agua, Mercedes Echegaray, señaló que el plan es esencial para fomentar una gestión eficiente de este recurso cada vez más limitado.
Echegaray puso de relieve la necesidad de que cada cuenca hidrográfica maneje sus recursos de manera independiente al desarrollar sus planes de sequía. En particular, explicó que el PES favorecerá directamente los suministros que provienen del Sorbe, mientras subrayó el compromiso de repartir equitativamente la disponibilidad de agua. La región, con vistas a futuras planificaciones, insistirá en la implementación de la conexión Sorbe-Bornova, un proyecto que quedó registrado en el acta de la reunión.
El nuevo plan, que será presentado ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Dirección General del Agua, ha recibido ya el apoyo de los regantes y se espera que entre en vigor para el verano próximo. Cabe recordar que en 2023 se llevó a cabo un proceso de participación pública durante el cual la Agencia del Agua presentó varias alegaciones, las cuales se han incorporado al informe aprobado.
En temas relacionados, Echegaray participó en la reunión del Comité de Autoridades Competentes de la Demarcación Hidrográfica del Tajo, donde se estableció el calendario para el cuarto ciclo de planificación hidrológica, previsto para el periodo 2028-2033. Castilla-La Mancha planea introducir la conexión Sorbe-Bornova dentro de las medidas contempladas en este documento estratégico.
Un asunto de gran relevancia fue abordado por Echegaray en la reunión: la reciente sentencia del Tribunal Supremo que rechazó el recurso de la Junta de Andalucía sobre la revisión del plan hidrológico Tajo-Segura. Esto resaltó la necesidad urgente de acceder a los documentos técnicos pertinentes para adecuar las normas de explotación conforme a los fallos judiciales.
Echegaray concluyó marcando la relevancia de sincronizar la planificación del Tajo con las demás demarcaciones hidrográficas, asegurando un régimen completo de caudales ecológicos. Este enfoque es vital no solo para la conservación de los ecosistemas, sino también para el desarrollo sostenible de Castilla-La Mancha.