El Ayuntamiento de Guadalajara ha sellado un importante convenio de colaboración con los herederos del renombrado artista local Francisco Sobrino, asegurando así la preservación y adecuada gestión de la colección de obras que alberga el museo que lleva su nombre. Este acuerdo, ratificado por la alcaldesa Ana Guarinos y Celia Sobrino, supone un avance significativo en el reconocimiento y conservación del trabajo de Sobrino, quien, a pesar de haber residido fuera de Guadalajara gran parte de su vida, mantuvo siempre una conexión especial con su tierra natal.
Con visible emoción, la alcaldesa Guarinos señaló que este convenio es «el testimonio tangible de emociones, unión y el nexo que el artista siempre tuvo con Guadalajara». El museo, erigido sobre el antiguo matadero municipal, ha visto formalizada su construcción tras un protocolo inicial establecido en 2008 durante la administración de Antonio Román. Sin embargo, Guarinos resaltó que la culminación del proyecto llevó más tiempo del esperado, afirmando que «cuando las cosas al final no se hacen bien, luego cuesta más trabajo».
Más allá de asegurar la protección de las obras de Sobrino, el convenio también abarca compromisos de colaboración adicionales, como el enriquecimiento de la colección del museo y su eficiente gestión. Tanto el Ayuntamiento como los herederos del artista expresaron su satisfacción por este acuerdo que fortalece los lazos entre ambas partes. La alcaldesa destacó que, además de preservar la memoria del artista, este convenio fomenta la vibrante acción cultural que distingue a Guadalajara.
Coincidiendo con el décimo aniversario del museo, previsto para 2025, el concejal de Cultura, Javier Toquero, reveló que se están organizando eventos de gran magnitud, incluyendo una gran exposición. Este evento ofrecerá la oportunidad de exhibir obras pocas veces vistas, actualmente ubicadas en París, aspirando no solo a conmemorar la trayectoria de Sobrino, sino también a renovar los recursos exhibidos para que tanto ciudadanos como visitantes puedan admirar su genialidad.
Por su parte, Celia Sobrino manifestó la emoción que siente con la firma del convenio, reflexionando sobre el hecho de que su padre nunca llegó a conocer el museo en Guadalajara, inaugurado en 2015. «Hoy es un día especial y un momento muy emocionante», expresó, con la esperanza de que este acuerdo consolide el museo como un referente del arte geométrico y que Guadalajara se convierta en una ciudad de la que sentirse orgulloso.
Finalmente, la alcaldesa subrayó que, aunque la obra de Sobrino está protegida, aún se debe avanzar en el proceso de calificación museística, una gestión que ha sido solicitada en varias ocasiones y que esperan concretar lo antes posible. La firma de este convenio marca, sin duda, un nuevo capítulo en la historia del legado artístico de Francisco Sobrino en Guadalajara.
