La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha ha introducido una nueva normativa que ofrece a los ganaderos de la región una alternativa innovadora para el uso de la lana producida en sus explotaciones ovinas. Este miércoles, a través de la Dirección General de Ordenación Agropecuaria, se anunció una resolución que permitirá la aplicación de la lana como componente en el compostaje del estiércol, según lo publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.
Esta normativa surge como respuesta a la creciente acumulación de vellones de lana en las explotaciones ganaderas, atribuida a la falta de demanda por parte de compradores. La medida especifica que los ganaderos podrán incorporar la lana en el compostaje, siempre que se cumpla una serie de condiciones establecidas. La lana deberá colocarse en capas horizontales sobre el estiércol, con un grosor que no exceda los 40 centímetros, y luego cubrirse con más estiércol. Es necesario que la mezcla se mantenga en fase de compostaje durante un período de tres a seis meses, y la cantidad de lana no debe superar el 10% del volumen total de estiércol anualmente.
Esta regulación se aplica exclusivamente en Castilla-La Mancha y debe seguir las directrices del Real Decreto 1051/2022, que regula la nutrición sostenible de los suelos agrarios. Además, se contempla que en situaciones donde puedan surgir brotes de enfermedades o se vea comprometida la sanidad animal, el uso de la lana en la mezcla de compostaje estará prohibido.
El objetivo principal de esta resolución es redirigir el uso de la lana de algo que tradicionalmente se consideraba un residuo hacia un recurso valioso y útil en la agricultura, promoviendo así un enfoque más sostenible en la gestión de los recursos de las explotaciones agropecuarias. Esta iniciativa no solo resuelve un problema logístico y económico para los ganaderos, sino que también fomenta prácticas más eficientes en la gestión de subproductos generados por la actividad ganadera. La posibilidad de utilizar o incluso comercializar esta lana convertida en fertilizante representa una oportunidad para incrementar la sostenibilidad y el aprovechamiento de recursos en el sector agrícola regional.