En una ceremonia cargada de emoción y simbolismo, el Ayuntamiento de Cuenca recibió a un grupo selecto de personalidades cuya trayectoria y vínculo con la ciudad han dejado una huella imborrable. El evento, que se celebró coincidiendo con la festividad de San Julián, sirvió como plataforma para honrar a estos individuos cuyas contribuciones han sido fundamentales en diversas áreas de la vida pública y privada.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, encabezó la ceremonia y no escatimó en palabras de agradecimiento y reconocimiento hacia los homenajeados. «Para dejar patente el amplio orgullo que siente Cuenca por todos ellos, siendo como son referentes en cada uno de sus ámbitos. Y por supuesto por su vinculación y amor por la ciudad, que siempre han dejado claro», afirmó Dolz. Estas palabras resonaron entre los asistentes, subrayando la relevancia de estas figuras en la construcción de la identidad local y su proyección más allá de las fronteras de la provincia.
El evento no solo fue un homenaje a las personalidades seleccionadas este año, sino también una oportunidad para que la comunidad de Cuenca se reuniera y celebrara las hazañas de aquellos que han elevado el nombre de la ciudad. Desde logros académicos y culturales, hasta avances en el ámbito empresarial y deportivo, los premiados han actuado como embajadores de Cuenca en sus respectivas esferas, poniendo a la ciudad en el mapa de manera notable.
Más allá del reconocimiento individual, la ceremonia se convirtió en un momento de reflexión colectiva sobre los valores de excelencia y dedicación que caracterizan a la comunidad conquense. Enalteciendo las raíces de la ciudad, estas distinciones subrayan el compromiso del ayuntamiento y sus ciudadanos en fomentar un entorno que valora el esfuerzo y la pasión por Cuenca.
Así, en esta jornada de celebraciones, Cuenca no solo aplaudió a sus distinguidos vecinos, sino que también reafirmó su orgullo por quienes llevan el nombre de la ciudad a lo más alto, abrazando un futuro donde el trabajo y el amor por el terruño sean siempre la brújula que guíe sus pasos.
