El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha revelado durante su visita a Nyíregyháza, Hungría, que en las próximas semanas la región someterá a información pública un nuevo decreto destinado a regular el sistema de integración laboral y los centros de capacitación laboral para personas con discapacidad. Este anuncio se produjo en una reunión con representantes de Mentorallás, una entidad húngara con colaboración cercana con el grupo CECAP, donde García-Page destacó el eficiente funcionamiento de dichos centros en su comunidad autónoma.
Los servicios de capacitación en Castilla-La Mancha se diseñan para reconocer la individualidad de cada persona con el fin de potenciar sus habilidades y facilitar su aprendizaje en diversos aspectos de la vida. Según García-Page, la región supera en tres puntos la media nacional en cuanto a la integración laboral de personas con discapacidad, logro que atribuye a la efectividad de los 25 centros de capacitación que han beneficiado a unas 7.000 personas. De estas, alrededor del 40% han logrado encontrar un empleo estable, lo que representa un avance significativo en la consolidación de la inclusión laboral.
Durante su estancia en Hungría, García-Page también mantuvo reuniones con autoridades locales a quienes propuso la creación de proyectos conjuntos para acceder a ayudas de la Unión Europea, destinados a abordar la problemática de la discapacidad. Junto a representantes de la Universidad San Atanas y el Servicio Social Szent Lukacs, se exploraron posibles colaboraciones para diseñar y ejecutar programas en beneficio de personas con discapacidad.
El presidente subrayó la importancia de integrar las políticas sociales dentro del ámbito universitario, remarcando que la formación especializada es esencial para asegurar la calidad de los servicios ofrecidos a las familias con necesidades especiales. En sus declaraciones, García-Page destacó la necesidad de que una economía en crecimiento sostenga la plena integración de las personas con discapacidad, asegurando igualdad de oportunidades y un tratamiento equitativo a las minorías en las sociedades avanzadas.
Concluyendo su intervención, García-Page reflexionó sobre el concepto de discapacidad, afirmando que todos poseen alguna forma, pero que la más grave es «la discapacidad del alma», criticando a quienes se consideran superiores a los demás. Esta declaración resonó como un llamado a la empatía y la inclusión genuina en la comunidad global.