Estos días el río Cigüela regaló a quienes paseaban por el Puente Alto una imagen difícil de olvidar. El cauce, habitualmente tranquilo, corría con fuerza, dejando ver el agua bajar como si de una cascada se tratase. Un momento mágico para quienes disfrutan de la naturaleza y encuentran en este río su rincón favorito.
Ver el río así, rebosante de vida, es todo un espectáculo. El sonido del agua al chocar contra las piedras y el brillo del sol reflejado en el movimiento constante convierten el lugar en un escenario de paz y belleza.
No es raro que muchos vecinos se acerquen a contemplar este tipo de estampas, especialmente tras días de lluvia, cuando el Cigüela cobra fuerza y nos recuerda lo viva que está la naturaleza que nos rodea.
Para quienes aman el campo, los paseos al aire libre y el contacto con el entorno, momentos como este se quedan grabados. Porque no hay nada como ver correr el agua en tu río preferido y dejarse llevar por su calma… o por su energía desbordante.


Fotografías de Alfonso Meteorólogo en el Grupo de Facebook de Herencia.