La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Ciudad Real, Sara Martínez, ha lanzado duras críticas contra el alcalde Francisco Cañizares, del Partido Popular, a quien acusó de gobernar de manera autocrática y desatender a la ciudadanía. Durante una entrevista, Martínez afirmó que Cañizares ha convertido las instituciones en «su cortijo» y ha cerrado el diálogo democrático al impedir mociones de la oposición en los plenos municipales.
Según Martínez, los dos primeros años de mandato de Cañizares se han caracterizado por vivir de proyectos heredados sin presentar nuevas iniciativas. Estas declaraciones se centraron en la gestión de la Casa de la Cultura y la plaza de toros, calificando la gestión del alcalde como «un poquito gris».
Desde una perspectiva económica, la portavoz criticó el aumento innecesario de la deuda municipal bajo la administración del PP, a pesar de recibir un ayuntamiento sin deudas del anterior gobierno socialista. También subrayó el incumplimiento del compromiso electoral de bajar impuestos, con un aumento de tasas municipales que afecta a las familias y pequeños negocios.
Martínez señaló la subida de tarifas en servicios como el agua, la basura y el transporte público, sin que haya habido mejoras en los mismos. Instó al gobierno local a retomar proyectos planificados por el PSOE, como el aparcamiento de Carlos López Bustos y el Museo de la Caza y la Naturaleza, que han sido abandonados por motivos partidistas.
También alertó sobre un retroceso democrático, citando un «pacto innecesario» con Vox que resultó en la eliminación de la unidad de violencia de género de la Policía Local y un recorte en cooperación internacional. Según Martínez, la agenda del PP sigue alineada con las políticas de Vox.
La portavoz señaló un autoritarismo evidente, al prohibir al PSOE presentar mociones en el pleno, como si tuvieran mayoría absoluta. Aunque el pacto con Vox se rompió formalmente, asegura que el partido continúa influyendo en las decisiones municipales.
Finalmente, Martínez prometió que el PSOE ofrecerá una oposición «propositiva», centrada en empleo, vivienda y servicios públicos durante los próximos dos años, priorizando las verdaderas necesidades de los ciudadanos, que ella considera desatendidas por el gobierno actual.