En una reciente intervención en el Senado, Paco Núñez, presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, lanzó un contundente mensaje al presidente regional, Emiliano García-Page, instándole a actuar en beneficio de España y abandonar lo que considera una actitud de «hipocresía». Núñez cuestionó la pasividad del presidente regional y preguntó qué más debe suceder para que García-Page comprometa sus votos en favor del país, abogando por que pase «de las palabras a los hechos».
El líder del Partido Popular no se detuvo ahí y expresó su preocupación sobre la situación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Según Núñez, el fiscal se encuentra «al borde del banquillo» debido a su alineación con las directrices del presidente Pedro Sánchez. En sus críticas, Núñez destacó las conexiones del entorno del fiscal general, mencionando que tanto su esposa como su hermano, junto con otros altos cargos, están implicados en casos de relevancia.
Adelantándose a las posibles declaraciones de García-Page sobre la situación del fiscal, Núñez subrayó que, a pesar de cualquier crítica que emita el presidente regional, los ocho diputados que posee en el Congreso seguirán apoyando su postura. En este sentido, Núñez enfatizó que García-Page tiene la autoridad para finalizar la legislatura cuando lo considere pertinente, destacando la notable influencia que ejerce su círculo más cercano en el ámbito de la política nacional.
Las declaraciones de Núñez reflejan la creciente tensión política en Castilla-La Mancha, poniendo de manifiesto las divergencias entre las estrategias del Partido Popular y el gobierno regional, bajo la dirección de García-Page.