El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro ha demostrado ser una fuente vital de impacto económico para la región, generando 4,2 millones de euros en su edición de 2024. Así lo revela un estudio pionero realizado por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), presentado por la directora del festival, Irene Pardo, junto al rector de la UCLM, Julián Garde, y el catedrático Juan Antonio Mondéjar, coordinador de la investigación. Este informe marca un hito en sus 47 años de historia, siendo la primera vez que se mide de forma rigurosa el efecto económico, turístico y social del evento.
El análisis, que combina una metodología estándar de análisis económico con una parte sociológica basada en más de 600 entrevistas, detalla que 555 de ellas fueron consideradas válidas, lo que permitió obtener un panorama detallado del público y una estimación precisa del retorno económico generado por el festival en la ciudad y su entorno.
Según los datos, el impacto directo del festival, que abarca salarios, programación y derechos de autor, asciende a 2,8 millones de euros. A esto se añade un impacto indirecto de 124.000 euros, derivado principalmente del gasto en restauración y hostelería, y un impacto inducido de 1,7 millones de euros que beneficia a sectores como el audiovisual, las artes gráficas, el diseño y, nuevamente, la hostelería.
El informe también revela el perfil del asistente, compuesto mayoritariamente por mujeres con alto nivel educativo y un poder adquisitivo medio-alto. Se destaca además una notable fidelización, ya que el 66% del público asiste regularmente al festival, y entre los nuevos visitantes, la mayoría expresa un alto grado de satisfacción. Los motivos de asistencia varían; el 55% considera el teatro como una vía de escape a la rutina, mientras que el 44% lo percibe como una herramienta para el desarrollo personal o la inspiración.
La comunicación del festival sigue siendo crucial, con las recomendaciones de amigos y familiares como el factor más influyente, aunque internet y las redes sociales están incrementando su importancia en la difusión.
El catedrático Mondéjar ha enfatizado que este estudio no solo busca rendir cuentas, sino convertirse en una herramienta para identificar áreas de mejora y fortalecer el impacto del festival en próximas ediciones. Anunció que la edición número 48 contará con una nueva oleada del estudio para comparar resultados y fundamentar decisiones.
Irene Pardo ha valorado los resultados como «muy reveladores» y subrayó la necesidad de incrementar la inversión. Destacó que el festival debe ser visto como un motor cultural que ofrece múltiples beneficios, haciendo un llamado a las administraciones y al sector privado para que apoyen este proyecto a largo plazo. «Invito a las instituciones y a las empresas a que los beneficios que obtienen reviertan en este proyecto común», concluyó.
